Ausencia de controles de alcoholemia, tránsito y nocturnidad, la demora de inhumaciones en el cementerio, habilitaciones de comercios truncas, trámites para la entrega de las licencias de conducir frenadas, la proliferación de manteros y plazas descuidadas son algunas de las situaciones que trae aparejado el conflicto por paritarias, que mantienen desde hace 28 días los trabajadores municipales con el municipio de General Pueyrredón.

El viernes pasado el intendente de la ciudad de Mar del Plata, Carlos Fernando Arroyo, otorgó por decreto un aumento salarial del 14% retroactivo a diciembre a los trabajadores, lo que llevó las paritarias por el año 2018 al 32%.

Sin embargo, el conflicto continúa ya que el sindicato de los trabajadores municipales (STM) no lo acepto y decidió continuar con la retención de tareas (asisten a sus puestos de trabajo, pero no realizan ningún tipo de trabajo).

El sindicato, a cargo de Antonio Gilardi, desde el inicio de la negociación solicitó un aumento salarial acorde a la inflación de 2018, estimada en el 45 por ciento.

En la jornada de mañana, los delegados y trabajadores municipales llevarán a cabo en la sede del gremio una asamblea para ver cuáles serán las medidas que tomarán de ahora en adelante.

Mientras tanto, turistas y marplatenses, en plena temporada veraniega, tienen que convivir con los cestos de basura desbordados, el pasto largo en las plazas, y la proliferación de manteros y vendedores de comida en la vía pública a raíz de la falta de controles por parte del municipio.

Por estos días, se observa vehículos en doble fila, mal estacionados, falta de controles de alcoholemia, nocturnidad, de bromatología, las habilitaciones de comercios frenadas y licencias de conducir vencidas, conductores sin poder dar exámenes (4.000 trámites de licencias de conducir demorados).

A pesar de las guardias mínimas que se brindan en cementerios, hay demoras en los servicios de inhumaciones, y en las salas de salud se brindan las guardias mínimas, aunque no son suficientes en una ciudad que tiene casi un millón de habitantes, sin contar los turistas que la vistan en esta época del año.

La ausencia de acuerdo entre las partes genera grandes pérdidas económicas para el municipio, que deja de recaudar.

En abril, el Ejecutivo y el gremio acordaron un aumento salarial de 12%, a lo que en agosto se sumó una recomposición del 6%, con el compromiso de reabrir la negociación paritaria en octubre, tras lo cual se sumó el último 14%, lo que da un total de 32% de incremento.