viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3055
Dos Líneas » Opinión » 9 ene 2018

Inflación recargada: se vienen los aumentos 2018

Alexis Dritsos- Economista Partido Socialista


Por:
Alexis Dritsos

Hace unos días el gobierno anunció un  aumento en los boletos de colectivos y trenes e informó la intención de aumentar  el valor del subte. Se trata de un esquema de incrementos  escalonados  a ser aplicados en febrero, abril y  junio del corriente año para el área del AMBA. La modificación tarifaria fue presentada por el Ministro Dietrich, quien afirmó que las mismas están sujetas a correcciones futuras  de acuerdo a la evaluación que haga el gobierno de los resultados obtenidos.

Desde el punto de vista práctico, los cambios impactarán en el valor de los boletos mínimos de colectivo que hoy cuestan $ 6 y pasarán a costar $8 en febrero (+33%), $ 9 en abril (+50%) y $ 10 en junio (+66.7%).

Los aumentos en trenes varían según la línea: el boleto para el tramo más barato de las líneas Belgrano Sur, Roca, Belgrano Norte y Urquiza que hoy cuestan $ 2 pasarán a costar $ 2,75 en febrero (+37.5%), $ 3 en abril (+50%) y $ 3,25 en junio (+62%). Por su parte, el tramo más económico para las líneas Mitre San Martín y Sarmiento pasarán de los actuales $ 4 a $ 5,50 (+37,50%) en febrero, $6,25(+56,25%) en abril y $ 6,75 en junio (+68.75%).

Los subtes, que hoy cuestan $ 7,50 por viaje pasarán a costar $ 11 en abril (+46%) y $ 12,50 en junio (+66,7%).

Como elemento compensador ante incrementos de tal magnitud, el gobierno pondrá en funcionamiento un sistema de boleto combinado denominado Red SUBE. El esquema permitirá descuentos a los segundos y terceros viajes dentro de las dos horas del primer tramo, descontando un 50% en el segundo y un 75% en el tercero.

Estos anuncios han desatado una polémica entre analistas que estiman un impacto superior al 1% de incremento en la inflación de la región metropolitana, y voceros del gobierno que, enfocando en los beneficios del multiboleto, niegan cualquier efecto negativo de las medidas.

Lo cierto es que estos incrementos  son de proporciones importantes y se suman a los aumentos de tarifas y precios regulados de fines de 2017 y a los anunciados para este año. El resultado inevitable de estas medidas es una importante pérdida de poder adquisitivo de los consumidores generada por una creciente inflación como consecuencia de los incrementos mencionados.

El hecho preocupante es que al cabo de dos años el gobierno de Cambiemos no solo ha sido incapaz de solucionar los problemas que se proponía corregir sino que los principales indicadores  muestran una notable desmejoría respecto de la situación inicial.

Déficit fiscal, déficit Comercial y de la balanza de pagos, niveles de pobreza, bajo nivel de crecimiento, falta de inversiones, alto nivel de tasas y de especulación financiera, explosivo endeudamiento externo y alta inflación. La combinación de problemas podría transformarse en un cóctel explosivo si no se comienzan a tomar medidas  correctivas de manera urgente.

Lamentablemente, vemos que la receta aplicada para este tercer año de gobierno es peligrosamente parecida a la que se ha venido utilizando hasta este momento. Seguimos con este “cuerpo colegiado” de la conducción económica que no logra definir un rumbo claro de gestión y que cada día se aleja más de los objetivos planteados.

Es necesaria una verdadera política de crecimiento que estimule el mercado interno, a partir de terminar con tarifazos salvajes, reducir las tasas usurarias, y promover la reducción selectiva del IVA a ciertos productos y servicios. Estas medidas, mínimamente, son el primer paso para ordenar y poner en funcionamiento una macroeconomía caótica y que hoy se sostiene artificialmente a través de un creciente y peligroso endeudamiento externo.

El debate necesario en materia económica para nuestro país es mucho más profundo y de llevarse a cabo con seriedad dejaría atrás esta falsa grieta que parece dividirnos. Tenemos que sincerar el hecho que, más allá de los matices, Argentina  muestra un deterioro creciente y permanente en los últimos 50 años.

El desafío es verificar si seremos capaces de construir una alternativa política que deje atrás tantos años de decadencia económica y que pueda elaborar un verdadero plan de desarrollo sustentable.

* Alexis Dritsos- Economista Partido Socialista

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