Estoy recorriendo el conurbano y la provincia de Buenos Aires. Todos los días hablo con muchos trabajadores, mujeres y jóvenes, que tienen bronca porque día a día sufren los efectos del ajuste de Macri y Vidal. Tenemos despidos injustos, bajos salarios y encima represión, como lo vimos en Pepsico. Y lo que se viene después de octubre es peor, porque quieren ajustar y precarizar aún más.

Nos presentamos a elecciones para denunciar este modelo para ricos y proponer un camino totalmente distinto, una salida desde la izquierda para que la crisis la paguen los que más tienen: las corporaciones y los grandes empresarios, socios del gobierno macrista y toda la casta política del sistema.

El gobierno y sus voceros mediáticos te quieren convencer de que no se puede hacer otra cosa. Quieren que te resignes a ganar poco, a estar precarizado o precarizada, a no poder estudiar o incluso a no tener trabajo.

No es así. Tenemos que hacer posible lo necesario. Si no hubiera miles de mujeres y hombres con ganas de cambiar, seguiríamos en la edad de piedra. Y tenemos propuestas claras que se pueden concretar, si afectamos los intereses de los que ganan fortunas a costa nuestra y del país.

Ante la falta de trabajo y los despidos, proponemos reducir la jornada laboral a 6 horas para que haya trabajo para todos y todas. Ningún salario por debajo de $ 25.000, que es el costo de una canasta familiar mínimamente digna. Y subsidios de $ 10.000 para que todo joven pueda terminar sus estudios y nadie tenga que abandonar por problemas económicos.

¿Te repiten que no se puede? Es verso. Con fuertes impuestos a la renta financiera y las corporaciones y dejando de pagar esa estafa llamada deuda externa habría plata de sobra para financiar esos salarios y subsidios. Y si alguna PyME no llega, que el Estado ayude.

Además, propongo los reclamos de las mujeres. Nuestras listas tienen el 50% de candidatas. Para lograr Ni Una Menos, queremos presupuesto de emergencia para atender la violencia de género. Para evitar la muerte de 300 mujeres jóvenes y pobres por año, queremos el derecho al aborto. Y también separar la Iglesia del Estado y anular sus subsidios.

Estos cambios de fondo no los va a llevar adelante el PJ, Massa ni tampoco Unidad Ciudadana, que en vez de "pararle la mano" a Macri la vienen levantando en el Congreso para votarle sus leyes y hasta sus jueces del 2x1 a los genocidas. Y como en la izquierda hay dos frentes distintos, te proponemos votar a Izquierda al Frente, la unidad que formamos entre el MST y el Nuevo MAS.

Lamentablemente, el FIT rechaza la unidad y hasta trató de impugnarnos el nombre y las boletas. Se creen los únicos. Nuestro compromiso es seguir trabajando para unir a toda la izquierda política y social para hacerle frente con más fuerza a Macri, Vidal y toda la casta del sistema. Por eso te invito a que el 13 de agosto sumes tu voto: vení con la izquierda al frente.

* Vilma Ripoll es precandidata a senadora nacional por el MST en la provincia de Buenos Aires.