El ministro de Justicia, Germán Garavano, volvió a cuestionar hoy a la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó, quien ratificó que no piensa renunciar a su cargo, y advirtió que la actitud de la funcionaria plantea una "situación de crisis institucional bastante severa" como cabeza del Ministerio Público Fiscal.

"Lo viene diciendo desde el primer día, ha tomado una actitud política desde el primer momento", criticó el ministro, un día después de que Gils Carbó ratificara su decisión de continuar en su cargo: "No voy a renunciar ni planeo jubilarme", reafirmó la Procuradora.

Garavano sostuvo que, en este escenario, desde el Gobierno "sentimos que hay una situación de crisis institucional bastante severa al ser una procuradora investigada por sus propios pares y que ha sido cuestionada por la propia Justicia en varios pronunciamientos respecto de la selección y el movimiento que ha hecho de fiscales".

"La Procuración no ha fijado políticas claras de combate contra la corrupción, sino por el contrario, hay quejas de que podría haber protegido la corrupción del gobierno anterior y tampoco ha fijado una política criminal que es otra de las grandes preocupaciones de la población", alertó, en declaraciones a radio El Mundo.

El titular de la cartera de Justicia recordó que "los recursos de la Procuración no fueron puestos" en mejorar la estructura de las fiscalías a cargo de investigar los delitos de corrupción, sino en comprar "edificios para la cabeza de la Procuración y esto es lo está relevando la comisión bicameral en el Congreso".

Garavano advirtió que esta actitud de la jefa de fiscales, a quien vinculó con el kirchnerismo, plantea "una situación institucionalmente de crisis que impide desarrollar políticas públicas contra el delito y la corrupción del modo que podrían encararse con un procurador con otro compromiso".