Ayer por la tarde cientos de personas se movilizaron hasta las inmediaciones de la quinta ubicada en la calle 520 entre 159 y 160 de Melchor Romero, reclamando justicia y el pronto esclarecimiento de los motivos de la muerte de Yésica Emilia Uscamayta Curi.

El acto se realizó en el lugar donde en la madrugada del 1 de enero se desarrolló la fiesta clandestina “la frontera”. Por causas que aún se desconocen la joven estudiante de periodismo murió ahogada en la pileta de la propiedad. Los estudios de alcohol y drogas en su cuerpo arrojaron resultados negativos.

La causa está a cargo del fiscal Álvaro Garganta y el juez Fernando Mateos, bajo la carátula “homicidio culposo y doble desobediencia" (por haber ignorado el acta que les ordenaba no hacer la fiesta y la de clausura de la misma).

El fiscal imputó al ingeniero Carlos Bellone, dueño de la quinta; el coordinador turístico Raúl Ismael “Peque” García; a Santiago Piedrabuena (dueño de un boliche platense) y Gastón Haramboure, un relacionista público condenado por otra muerte frente al boliche Alcatraz de Berisso.

Por el momento Carlos Bellone y Raúl Ismael “Peque” García permanecen prófugos.

El abogado de la familia, Adrián Rodríguez, realizó una convocatorio a la comunidad para aportar datos y testimonios. “Se trata de un caso de negligencia o una cuestión que puede tener que ver con algún tipo de arreglo, lo cual está por verse. Si hubiesen actuado correctamente los mecanismos de prevención esta fiesta no se tendría que haber realizado. Falló el poder de policía del estado”.