El director de Migraciones, Horacio García, aseguró hoy que su organismo está "trabajando en forma permanente para cambiar" algunas normas, a fin de evitar que "ingresen delincuentes" al país, pero afirmó que la Argentina sigue siendo "amigable" con las personas que llegan a trabajar.

"Desde hace un año estamos trabajando en forma permanente para cambiar algunos lineamientos de la política migratoria", afirmó el funcionario, pero se quejó de los tiempo de la Justicia al señalar que existe "un problema muy grande con los plazos y los procesos a la hora de expulsar a alguien" por la comisión de un delito, manifestó.

Respecto de esto último, en declaraciones a radio El Mundo, remarcó que "la media es de 400 días hábiles" para enviar de regreso a su país a quien haya violado la ley, por lo que "es necesario reducir los plazos", estimó.

García admitió que "equiparar es muy nocivo, pero no es lo mismo una persona que se mata plantando hortalizas para que nosotros comamos o se sube a un andamio que una persona que viene a traficar".

En ese sentido, insistió: "Somos abiertos con las personas que quieren venir a trabajar, pero no queremos que ingresen delincuentes. Tenemos que tener información para poder tomar buenas decisiones".

Por eso "tenemos que crear un sistema para establecer el método para ingresar a un país. Tenemos que controlar a las personas que son las que generan los grandes problemas. Tenemos que tener información y entender que esto no es un proceso penal. Expulsar personas del territorio no es una actitud xenófoba sino de seguridad", manifestó.