El secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, a horas de que se conozca la inflación de enero, denunció que “hay gente importante, de capitales relevantes, que apuesta a una devaluación brusca desde agosto del año pasado”, momento en que asumió el ministro de Economía, Sergio Massa.
En ese marco, el funcionario explicó que generar una devaluación en ese momento, “hubiera traído un problema enorme a la Argentina” por la “inflación que tiene el país”, lo que sumado a la “licuación del salario real” hubiese sido una “combinación terrible”. Asimismo, de Mendiguren sostuvo que el Gobierno viene intentando “desalentar las expectativas”.
Sin embargo, frente a la inflación, de Mendiguren reconoció que los números de enero “lamentablemente, estarán tan por arriba del mes anterior”, pero explicó que los incrementos se deben, en parte, a “algunos problemas estacionales” y a comerciantes que se “abusan de los precios” aunque “la gente compra igual”.
Por otro lado, de Mendiguren respondió a los dichos de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, que acusó a Sergio Massa de prepararse para “dejar una bomba para el próximo gobierno” y apuntó que “si hay gente que dejó bombas realmente son los que hoy integran la oposición”.
En ese marco, el secretario señaló al radicalismo, que es parte del frente que integra Bullrich, por dejar en 2001 un país con el “peor default de la historia de la humanidad”. “En 2019, otra vez los mismos protagonistas que dejaron un país defaulteado en pesos, defaulteado en dólares”, disparó el funcionario massista.
Frente a eso, de Mendiguren respondió que el presidente Alberto Fernández tuvo que “desarmar esas bombas” y remarcó que desde el año pasado, Argentina tiene un récord histórico de exportaciones, lo que, según él, “quiere decir que es una economía que funciona”.
Las declaraciones del secretario de Producción, llegan a horas de que el Instituto Nacional de Estadística y Censos lance su informe sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes de enero que, según anticiparon consultoras privadas, rondaría en torno a un 6%.