El último jueves, el Gobierno bonaerense mantuvo un encuentro con los estatales que vienen reclamando una recomposición salarial antes de fin de año, sin embargo las autoridades provinciales se remitieron a escuchar las demandas del sector y no realizaron una oferta concreta debido a la incertidumbre que generó el fallo de la Corte Suprema por la coparticipación.

La Provincia podría quedarse sin $200.745 millones con los que cuenta de cara al año próximo. Esto dependerá exclusivamente de la decisión de Alberto Fernández, ya que el Ejecutivo nacional tiene la facultad de eliminar el fondo creado para financiar la seguridad en la provincia de Buenos Aires, aunque también es una opción destinar fondos desde el Tesoro de la Nación para la Ciudad de Buenos Aires.

Con esta discusión de por medio, Kicillof tomó la decisión de patear para fin de año la oferta estatal. Así las cosas, esta semana las autoridades provinciales se reunirán nuevamente con los estatales, docentes, médicos y judiciales. En el encuentro del jueves pasado, el Frente Gremial Docente reclamó que “el salario mantenga la diferencia con los índices inflacionarios para que se garantice el poder adquisitivo”.

En los tres años de gestión de Kicillof en la Provincia, las paritarias se desarrollaron con normalidad, sin grandes conflictos ni negociaciones extensas, de hecho se han resuelto rápidamente en la mayoría de los casos. Sin embargo, la armonía entre los funcionarios y la representación gremial podría llegar a tambalear en 2023 si el Estado bonaerense sufre la quita de fondos.

Hasta el momento, el Gobierno provincial otorgó un pico salarial del 90% para los estatales bonaerenses en varios tramos a lo largo del 2022, mientras que la inflación acumuló una variación del 85,3% en los primeros once meses del año. La idea de ambas partes es cerrar la paritaria en los próximos días para evitar que los sueldos de los empleados del Estado queden por debajo del índice del costo de vida.