Tuvieron que pasar 72 horas para que el Gobernador bonaerense, Axel Kicillof, se exprese públicamente sobre la feroz represión policial que tuvo lugar el último jueves en el Estadio Juan Carmelo Zerillo, cuando Gimnasia y Boca disputaban un atractivo partido de la Liga Profesional.

“Por más que yo asuma una posición de no a la violencia institucional, esto no se resuelve en dos minutos. Estamos haciendo cambios muy profundos, pero no olviden que en 2021 rodearon la residencia donde vivo con mi familia. La situación de la Policía de la provincia de Buenos Aires no es nueva. Nosotros llevamos adelante cambios coyunturales”, explicó.

Kicillof reconoció la falta de un cuerpo policial para espectáculos deportivos y recitales y comentó que “la idea es crear un cuerpo especial, con un entrenamiento especial, probablemente una retribución distinta y al mismo tiempo con jefaturas claras” para hacerse cargo de la seguridad en las canchas.

Según indicó, la idea es que sea “más especializado y profesionalizado” teniendo en cuenta que en la actualidad el jefe de la departamental se encarga del operativo policial con efectivos que llegan desde diferentes fuerzas de seguridad, de forma tal que “se arma un número pero no un cuerpo que está preparado para esto”.

Recordemos que al día siguiente de la violenta represión, el Gobernador ordenó el desplazamiento del Subjefe del Operativo de Seguridad, sin embargo en cuestión de horas se dio marcha atrás con la medida. Hasta el momento, el único cambio concreto tiene que ver con la prohibición de los gases lacrimógenos como elemento disuasivo en eventos deportivos.

Respecto a la figura de Sergio Berni, Kicillof sostuvo que “el ministro está esperando la declaración de la Justicia, no está tapando nada, no se está resistiendo, todo lo contrario” e insistió en la importancia de que actúe la Justicia, ya que “uno puede cambiar cabezas y no cambiar nada”.