Las internas no sacuden únicamente al oficialismo, en la oposición sucede algo similar. La trama pasa por las candidaturas de cara al 2023 y la bajada de línea por parte de los referentes nacionales del espacio respecto a los consensos acordados con el Frente de Todos.

En este caso, el que se vio afectado en su capacidad de maniobra fue el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, que venía encabezando las negociaciones en la Legislatura para aprobar una reforma en la Caja de Jubilaciones del Banco Provincia hasta que le bajaron el pulgar desde arriba.

El lunes se reunieron figuras con peso propio dentro de Juntos como Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo, Diego Santilli y Patricia Bullrich para definir el marco de acción del PRO. Allí dejaron clara su postura de rechazar el proyecto que venía articulando Grindetti con el Frente de Todos.

Cuando ya estaba cerca de cerrarse el acuerdo, todo se derrumbó por la bajada de línea de las autoridades nacionales del PRO, lo que causó una molestia en el intendente de Lanús. Grindetti sintió que le soltaron la mano, se cansó del ida y vuelta y abandonó la mesa provincial de Juntos, que incluye a los presidentes y vices del espacio.

“Estaba poniendo la cara y pagando el costo político de las indefiniciones del espacio para la designación de cargos”, aseguran quienes rodean a Grindetti. También mencionan que “se corrió para evitar un desgaste” con el PRO, que está decidido a no entablar ningún tipo de negociaciones con el Gobierno.

Si bien el dirigente de Lanús solamente se alejó de la mesa provincial, el PRO pierde a una de sus fichas importantes para construir consensos dentro del territorio bonaerense.

De todas formas, Nestor Grindetti se atajó en el último tiempo y lanzó “Hacemos Juntos”, un partido que lo tiene como referente junto al intendente de La Plata, Julio Garro, para encarar la agenda local con las elecciones del año que viene como horizonte.