Dentro de las problemáticas que afronta Argentina existen las actuales y las históricas. Pero, entre estas, algunas convergen con raíz en el pasado e impacto en el presente como, por caso, la situación energética. Particularmente la de los combustibles como, por caso, el gasoil.
La situación actual es que en el sur de la Provincia de Buenos Aires, específicamente en la zona de Bahía Blanca, pusieron topes a los expendios de hasta 200 o, en su defecto, 100 litros por compra lo que influye en los traslados de otros insumos y productos.
Esto quiere decir que al coartarse la venta de gasoil, aquellos camiones que emplean este combustible y que vehiculizan gran parte de las provisiones, encuentran escases o, directamente, faltantes de diesel.
Ante esto, las fuentes que pertenecen a la industria petrolera indicaron que "como se trata de un producto con importación, hay problemas de abastecimiento por el conflicto entre Rusia y Ucrania".
De acuerdo a las informaciones dadas desde el sector, a la situación de restricción externa "se suma que hubo un aumento de la demanda, lo que presionó sobre el suministro" y, en ese sentido, explicaron que "con la cosecha se busca más gasoil para el campo" mediante los biocombustibles.
"La salida de la pandemia fue mucho más rápida que lo que se esperaba y eso se empezó a sentir fuerte en el crecimiento del consumo de combustible", compartieron las fuentes consultadas desde el ámbito petrolero.
Por otra parte, desde la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC), mediante un comunicado, alertaron que la escasez de gasoil se superpone con un aumento importante en el precio de los combustibles, arrastrado por las subas del petróleo en lo que va del mes.
"Muchas cámaras asociadas reportan cupos y topes para la carga en algunas estaciones de servicio y faltante en diferentes puntos del país", concluyeron.
