El fuerte temporal que azotó ayer a la provincia de Salta provocó un alud de barro y piedras en la localidad de Iruya, ubicada a poco más de 300 kilómetros de la ciudad capital y a 2.780 metros sobre el nivel del mar. Sucedió ante la mirada de lugareños y turistas que paseaban por el lugar y filmaron el fenómeno con sus teléfonos celulares. Por fortuna, no se reportaron víctimas.

Las imágenes registradas en la tarde del lunes, cerca de las 19, muestran una enorme corriente de agua y lodo que sorprendió a quienes estaban en el lugar. Las intensas lluvias en la zona provocaron que el caudal del río Milmahuas aumentara repentinamente y desencadenara la crecida que pudo haber causado una tragedia.

En los videos, que se viralizaron rápidamente en las redes sociales, también se observa a algunas personas alejándose con prisa unos metros ante el peligro de que la correntada pueda alcanzarlos, mientras otros tuvieron que correr los vehículos que estaban estacionados en las orillas del río.

“El pueblo está dividido en dos. Las lluvias de los últimos días fue determinante para que este alud de lodo nos dejara sin conexión”, dijo la presidenta del Concejo Deliberante de Iruya, Gloria Herrera.

“En el pueblo nadie podía creer lo que estaban observando. Nadie recuerda un fenómeno de esta naturaleza en los últimos años. Muchos se asustaron por lo sucedido”, agregó Herrera en declaraciones a El Tribuno.

Debido a la situación, los viajes a la zona debieron suspenderse y las autoridades locales recomendaron no movilizare a quienes estén de visita por el lugar, temiendo otro posible alud.

Iruya se ubica en la zona montañosa del norte salteño y se la señala como “un lugar ideal para experimentar la sensación de caminar colgado de la montaña”, ya que conserva sus calles angostas, empedradas y empinadas, con casitas de adobe y piedra en medio de un bello paisaje. El pueblo y sus alrededores están dentro de la reserva de biosfera de las Yungas, protegida por la Unesco desde 2.002. En 1995 fue declarado Lugar Histórico Nacional.