El directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) debatirá hoy la política de sobretasas que aplica el organismo a los países que le deben dinero, en el marco de una discusión amplia y el reclamo argentino en medio de las negociaciones.

Durante la última cumbre presidencial realizada en Roma, el G20 instó al FMI a revisar el tema de sobretasas entre otros ítems de financiamiento, que perjudican a los países que tienen compromisos con el organismo.

Se trata de un debate que podría ayudar a la Argentina a disminuir en el futuro el costo de financiamiento con el FMI de la deuda contraída por la administración de Mauricio Macri en 2018.

El gobierno de Macri contrajo una deuda con el FMI de US$ 57.100 millones, aceptando una mayor tasa de interés por haber recibido un monto que superaba su cuota dentro del organismo multilateral.

Esta sobretasa o sobrecargo representa para Argentina unos US$ 1.000 millones anuales, que el gobierno argentino procura reducir en las negociaciones para refinanciar la deuda que quedó finalmente en US$ 44.000 millones, al no aceptarse los últimos desembolsos cuando asumió el presidente Alberto Fernández.

Esta discusión abarca también a varios países que por la pandemia no pudieron cumplir con sus compromisos financieros, y la propia titular del FMI, Kristalina Georgieva, advirtió asimismo sobre la necesidad de resolver la crítica situación de los países pobres para afrontar sus deudas.

Será uno de los temas que formarán parte de una discusión más amplia sobre las medidas precautorias que tiene el organismo multilateral, pero que genera altas expectativas en el contexto de renegociación de deuda que atraviesa argentina.

En tanto, desde el FMI expresaron sus reparos con respecto a la disminución de las sobretasas, porque creen que bajar el costo del financiamiento extraordinario puede incentivar a los países a endeudarse más de lo necesario.

Para el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien lleva adelante la negociación con el FMI, la política de sobretasas “es desigual” ya que afecta de manera desproporcionada a los países emergentes y de ingresos medios con las cuotas más bajas.

Además, Guzmán expresó que la política de sobrecargos o sobretasas le resulta “procíclica, porque impone condiciones más duras a los países que tienen condiciones de mercado más adversas”, y es por eso que intenta poner en discusión su reducción.