La evaluación internacional de la Unesco, realizada antes de producirse el cierre de las escuelas por la pandemia, arrojó los peores resultados en la historia para los estudiantes argentinos quienes quince años atrás superaban en todas las áreas a sus pares de la región y hoy están por debajo del promedio con los peores resultados en matemática, lengua y ciencias naturales.

Mañana comienzan a aplicarse las Pruebas Aprender donde participarán 23 mil escuelas de Argentina y 770 mil estudiantes de sexto grado que tendrán que responder consignas de lengua y matemática. Por la falta de presencialidad, el año pasado se había suspendido. Los resultados obtenidos en dicha evaluación permitirán tener información de los aprendizajes adquiridos durante la pandemia y podrán compararse con la evaluación realizada por ERCE.

La prueba realizada por Unesco se llevó a cabo por primera vez en el año 2006, según el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE), en ese momento Argentina quedó por encima del promedio en las cuatro áreas que se midieron por entonces. En el año 2013 se observó una disminución en el rendimiento de los aprendizajes adquiridos comparando con la región.

La última evaluación llevada a cabo por el Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad de la Educación (LLECE) de la Unesco tuvo como objeto de estudio a más de 4.500 escuelas y 202.000 chicos de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay.

A diferencia de PISA, ERCE no toma las mismas preguntas para todos los países y los cuestionarios son elaborados en base a las currículas locales. Los malos resultados de Argentina en pruebas internacionales se vienen repitiendo los últimos años. En cada edición de PISA se observa un retraso en los aprendizajes adquiridos en comparación con el primer mundo.

El ministro de Educación Jaime Perczyk durante la presentación de los resultados, destacó: “Desde el 93, cuando Argentina empezó a tomar pruebas estandarizadas, es la mayor caída con respecto a otros países, pero sobre todo con respecto a nosotros mismos. En 2013, si bien hubo una pequeña caída respecto a los demás, Argentina subió sus puntajes en las áreas evaluadas. Ahora nos encontramos con un panorama muy adverso, que buscaremos revertir”.

Según los resultados obtenidos, Argentina se ubicaría en el anteúltimo lugar de Sudamérica, solo por encima de Paraguay y por debajo de Brasil, Uruguay, Colombia, Perú y Ecuador.

En las dos áreas evaluadas a los niños de tercer grado, los argentinos quedaron 8 puntos debajo del promedio, lo que muestra una diferencia significativa. Obtuvieron 689 puntos de promedio en lectura y 690 en matemática. En lengua, el 46% de los chicos rindió en el nivel 1, el más bajo, mientras que en matemática el 48,9% registró los desempeños más básicos.

En el caso de los estudiantes de sexto grado, en lectura registraron 698 puntos, pero mostraron deficiencias serias en matemática (690 puntos, 7 abajo de la región) y en ciencias naturales (682 puntos, 20 abajo de la región). En estas dos últimas materias, el resultado más frecuente también fue el nivel 1.

El ministro de educación de la Nación destacó que si bien existía un consenso en que los mayores problemas del sistema educativo radicaban en la secundaria, los resultados de ERCE echaron por tierra esa idea. “Tenemos problemas muy grandes también en primaria”, aceptó Perczyk y aseguró que los malos resultados se deben a la “caída abrupta” de la inversión por parte del Estado Nacional entre 2015 y 2019.

Los altos índices de cobertura que tiene Argentina fueron asociados a los malos resultados obtenidos en la prueba. Es uno de los sistemas educativos de mayor tasa de inclusión en la región: en la primaria, antes de la pandemia, casi el 100% de los chicos estaban en la escuela. “Tenemos que lograr que esa inclusión se traduzca también en calidad”, subrayó Perczyck.