sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº3063
Dos Líneas » El País » 11 oct 2021

Guzmán sigue sin fecha para exponer el presupuesto y le pedirían una adenda con correcciones

El ministro espera la invitación de Diputados. En el Frente de Todos sondean si lo obligan a retocar algunos artículos antes de escucharlo. Los motivos


El viernes se cumplirá un mes del día en que Martín Guzmán presentó el proyecto de presupuesto 2022 a la Cámara de Diputados y aún no fue invitado a exponerlo, como marca la tradición parlamentaria.

Tampoco se cumplió con el cronograma adicional que Sergio Massa había anticipado a los jefes de la oposición, que consistía en iniciar el debate con los funcionarios de Economía y dejar a Guzmán para el cierre.

"Hay un silencio de radio. Nunca nos informaron ni cuando empieza a debate", confesó ante LPO uno de los miembros oficialistas de la Comisión que preside Carlos Heller y tiene la misión de coordinar el tratamiento de la ley de leyes.

Fuentes del oficialismo de ambas Cámaras anticiparon a LPO que una de las variantes que evalúan para que la visita de Guzmán no reabra la interna oficialista por el control del gasto es pedirle una adenda con correcciones.

Con esos remaches, que deberían llegar en formato de anexo, los jerarcas del oficialismo entienden que podrán defenderlo de los ataques opositores y sólo hacer las modificaciones reclamadas por los gobernadores que siempre aparecen en los debates.

Una no parece fácil de eludir: los fondos destinados a subsidios del transporte de pasajeros del interior del país, que los ministros provinciales ya exigieron incrementar. 

Guzmán envió el presupuesto del 15 de septiembre y nunca fue citado a exponer. En el oficialismo especulan con pedirle una adenda con las modificaciones para no exponer la interna. El ministro espera el llamado. 

En Economía aseguran que Guzmán, que este lunes viajó al FMI a negociar condiciones para la devolución del préstamo de 44 mil millones de dólares, siempre estuvo dispuesto a exponer en Diputados, pero no lo llamaron.

"Cuando lo convoquen irá. No hay ningún problema. Y se discutirá en donde corresponda el contenido del proyecto", desafían. Desconocen cualquier adenda, que no sería otra cosa que ceder públicamente y de antemano ante la presión legislativa.

Lo cierto es que la citación no llegó y los tiempos empiezan a incomodar en la Casa Rosada, donde imaginaban que se iba a aprovechar la composición actual del parlamento para aprobar el presupuesto, sin los economistas de perfil alto que asumen en diciembre, como el radical Martín Tetaz y el liberal Javier Milei.

Las fuentes no quisieron precisar el contenido de la "adenda Guzmán", como le llaman, pero se descuenta que podría incluir algunos aspectos controversiales hacia el interior del Frente de Todos, como los servicios económicos, el rubro destinado a subsidios a los servicios públicos, que bajarán del 2.2% al 1.8% del PBI.

Carlos Heller. 

 

La planilla comparativa enviada por Guzmán contempla una suba nominal del 20%, menos de la mitad que la inflación prevista; y del 5% en "Energía, Combustibles y Minería". No podrá cumplirse de otra manera que mediante un aumento de tarifas, que el ministro prometió a través de una segmentación que nunca materializó.

El presupuesto no tiene porqué anticipar las políticas tarifarias, pero cuando enfrente a los legisladores el ministro sí deberá explicar como cubrirá cada bache de gasto que aparece y el de los subsidios será el principal.

La inversión social sigue siendo la mayor de todas, aunque no llega a garantizar un emparde con la inflación. Por caso, sube casi el 50% en promoción y asistencia, similar a la inflación prevista para este año. 

Y no se contempla el pago de un sólo peso al FMI, lo que permite que los servicios de deuda representen el 8% del gasto, menos de la mitad que los últimos presupuestos de Mauricio Macri. Pero las visitas de Guzmán a Washington sugieren la búsqueda de un acuerdo.

Según fuente oficiales, antes de enviar el presupuesto el ministro ya le anticipó a legisladores oficialistas que no está en su idea un default con el FMI, como sugirió Máximo Kirchner en la sesión del 8 de julio, cuando increpó a la oposición a discutir si conviene o no refinanciar a 10 años la deuda.

De no ser así, el año que viene habría un compromiso de casi 20 mil millones de dólares, imposible de pagar en cualquier esquema presupuestario. "Si no tenemos previsibilidad financiera, jamás tendremos crédito", repetía en esas reuniones. Espera que lo inviten al Congreso para decirlo. No sabe cuando será. 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias