viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3055
Dos Líneas » El País » 25 ago 2019

El mensaje de los mercados después de las PASO

La economía será el tema determinante en el proceso electoral que definirá el nuevo gobierno a partir de diciembre.


Por:
Alexis Dritsos

El viernes previo a la batalla de las PASO, en el gobierno se respiraba un clima de optimismo renovado a partir de encuestas propias que auguraban resultados muy positivos para el oficialismo.

Paralelamente, los mercados sorprendieron con una reacción muy favorable registrándose alzas en acciones y bonos argentinos, en el marco de una caída del riesgo país por debajo de los 900 puntos.

Se sospecha que estas encuestas fueron filtradas a diversos operadores del mercado buscando influir en sus percepciones, mientras que desde los bancos oficiales operaron activamente en el mercado para potenciar la sensación de euforia en la previa a la elección.

En el Frente de Todos, manejaron la campaña con una actitud de cauto optimismo, confiando en que la cruda realidad económica haría su trabajo y se reflejaría en los resultados electorales.

Al concluir el recuento de los votos, se pudo confirmar el diagnóstico: la economía será el tema determinante en el proceso electoral que definirá el nuevo gobierno a partir de diciembre.

La apertura de los mercados del lunes mostró un escenario muy desfavorable para el país comenzando con un desplome en el valor de todos los activos argentinos, arrastrando acciones locales, las que cotizan en Wall Street y a los bonos de deuda. Mientras el riesgo país se disparaba por encima de los 1400 BP, el dólar escalaba de los $ 46,55 que había cerrado el viernes anterior a los $57,30 con el que cerró ese día.

Cuando parecía que lo peor ya se había desatado, llegó la conferencia de prensa del presidente Macri. Señaló al kirchnerismo como responsable por la corrida cambiaria y el desplome de los mercados, indicándole a los electores que no lo acompañaron que lo acontecido era el resultado de no haber apoyado al gobierno.

El miedo volvía a meterse fuerte, ya no solo en la campaña, sino que también en los bruscos acontecimientos de la economía.

Atrás quedaban los modestos objetivos de contención del dólar hasta diciembre, la moderación de la inflación en torno al 2% y la aplicación de un plan para activar una sensación de bienestar hasta fin de años con la postergación de aumentos de tarifas, reciclado de Ahora 12, etc.

Intentando descomprimir la situación que se había agravado con las declaraciones anteriores, el presidente realizó una nueva conferencia en la que pidió disculpas por las apreciaciones hechas el día lunes y presentó una serie de medidas paliativas para intentar compensar los efectos de la (ya asumida) devaluación del 25% y su efecto sobre los precios y el poder adquisitivo. Comenzó una etapa de aceptación moderada de la realidad en la que buscó enviar un mensaje conciliador a la oposición.

Pocos días más tarde se produce la renuncia del Ministro Dujovne siendo remplazado por Hernán Lacunza, quien rápidamente marca las prioridades de su gestión: contener la corrida del dólar, recuperar la calma en los mercados, y despejar las dudas sobre el cumplimiento de los objetivos acordados con el FMI.

La estrategia elegida para intentar lograr sus objetivos requiere lograr la coordinación total entre Hacienda y el BCRA en la forma de utilizar las herramientas necesarias para contener el dólar y controlar las demás variables. Adicionalmente, buscando mejorar las expectativas de los actores económicos, ha abierto un diálogo con los principales referentes económicos de la oposición con quienes ha logrado coincidencias básicas respecto de las prioridades en la agenda.

Desde el sector de Alberto Fernández parecen entender mejor cuál ha sido el mensaje de los mercados y de la ciudadanía en las PASO. En este contexto el candidato del Frente de Todos se encuentra haciendo equilibrio entre la continuidad de la campaña con su postura crítica a la gestión de Macri, mientras intenta contribuir a la gobernabilidad mostrando moderación y responsabilidad en sus declaraciones.

De todas maneras, para Fernández, esta corrida que estalló luego de las PASO le dejará una serie de importantes beneficios que podrá capitalizar de cara a las elecciones de octubre y luego, en caso de vencer, cuando asuma la presidencia en diciembre. Consiguió un ajuste en el tipo de cambio que le permite un colchón importante de competitividad además de la licuación de los pasivos en pesos. La delicada situación que atraviesa el país le ha permitido mostrarse conciliador y moderado, forzando al gobierno a atemperar el discurso del miedo que venía esgrimiendo hasta hace muy poco tiempo.

Si el gobierno logra asegurarse la continuidad del apoyo del Fondo Monetario y una recuperación en la confianza de los mercados, el inicio de la próxima gestión será menos turbulenta que el fin de este ciclo de Cambiemos.

Para garantizar la gobernabilidad y la posterior transición ordenada es necesario que el gobierno deje de lado la estrategia del miedo que impulsan los sectores más duros del oficialismo, y que generaron los resultados electorales y económicos antes mencionados.

Gobernar bien recuperando la confianza es la única, aunque tal vez insuficiente, herramienta para recuperar el apoyo en octubre.

Lo que se juega es más que un gobierno, está en juego el futuro de millones de argentinos.

* Alexis Dritsos Economista Partido Socialista

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