jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº3054
Dos Líneas » El País » 29 jun 2019

Créditos UVA: El sueño que se convirtió en pesadilla

Lo que comenzó con altas expectativas se ha transformado en una trampa para la mayor parte de los tomadores.


Por:
Alexis Dritsos

Entrando en el tramo final del proceso eleccionario que arranca con las PASO, el oficialismo ensaya aceleradamente algunos cambios en la estrategia para enfrentar ese desafío.  Desde el aspecto económico, el gobierno sigue insistiendo con la promesa de continuar con el mismo proyecto pero más profundo y más rápido, en caso de lograr un segundo mandato.

Definitivamente, han quedado en el olvido los grandes objetivos como el de reducir la pobreza, reactivar la economía, fomentar inversiones o alcanzar una inflación de un dígito.

En este contexto, todas las fichas están puestas en lograr la contención del dólar, ya que consideran que éste es el punto fundamental que puede definir el éxito o el fracaso de Mauricio Macri en su intento de reelección.

Paralelamente, se encuentran abocados al lanzamiento de medidas de corto plazo que buscan generar una sensación de bienestar que impacte durante los meses que restan hasta la elección final en octubre.

Las medidas principales que apuntan en ese sentido son: El otorgamiento de créditos para jubilados y beneficiarios de planes sociales, relanzamiento del programa Ahora 12, modificaciones de corto plazo en Créditos UVA del Banco Provincia, diferimiento de aumentos de gas para minimizar facturas de los meses de mayor consumo, subsidio a la compra de autos 0KM, y el establecimiento de Precios esenciales, con poco impacto real en los bolsillos de la gente pero con cierta incidencia a la hora de elaborar el índice de inflación.

Entre toda la gama de mensajes optimistas que comienzan a volcar a la sociedad, produce alarma la irresponsabilidad que implica el relanzamiento de Créditos UVA para el programa PROCREAR, teniendo en cuenta el drama que viven hoy aquellos que creyeron en este instrumento para acceder a sus viviendas.

Para entender el enojo que estos anuncios generaron entre los actuales tomadores de créditos UVA, es necesario repasar las características principales de estos préstamos.

El elemento distintivo de estos créditos es que una vez desembolsados en pesos, la deuda se transforma en UVA (unidad de valor adquisitivo), cuya cotización varía diariamente afectada principalmente por la inflación. Por lo tanto, lo que en realidad se obtiene es un préstamo con cuotas en UVA y que se calculan multiplicando, en la fecha de vencimiento, la cantidad de UVA de la cuota por la cotización en esa fecha. El saldo del capital adeudado también es en UVA y para calcularlo se procede del mismo modo.

La experiencia, luego de 3 años del lanzamiento de este sistema de créditos indexados es que lo que comenzó con altas expectativas se ha transformado en una trampa para la mayor parte de los tomadores.

Los dos elementos clave del esquema son la inflación, que afecta el valor de la cuota, y la evolución los ingresos, que es lo que afecta la capacidad de pago. Durante los años de vigencia de los créditos se han movido en sentido inverso porque la inflación ha superado ampliamente la evolución del salario.

Las definiciones de continuidad en la política económica vigente que plantea la reducción del costo salarial y la dolarización de las tarifas garantiza el crecimiento de la brecha que hace inviable estos créditos. Asimismo, la sistemática destrucción de puestos de trabajo resultante tampoco brinda mayores certezas a los asalariados respecto del futuro.

La grave situación que hoy viven unas 170.000 familias tomadoras de estos créditos ha motivado el surgimiento de un colectivo representativo denominado Hipotecados UVA Autoconvocados en diversas provincias y ciudades.

Desde este espacio se vienen reclamando soluciones y denunciando la inviabilidad de estos créditos, hasta ahora sin resultados concretos. En el día a día, las familias ven como sus cuotas suben de manera desproporcionada respecto de sus ingresos, mientras que los demás precios (tarifas, transporte, alimentos y medicamentos) lo hacen por encima de la inflación. El efecto es tremendo, dejando al borde del colapso económico a muchas familias que podrían perder sus viviendas.

Ante esta situación tan angustiante, lo que hace falta es tomar la decisión, sin más demora, de terminar con el sistema de créditos UVA. Es necesario reemplazar toda la línea de estos créditos por un nuevo mecanismo acorde a la evolución de los ingresos de los solicitantes, otorgando previsibilidad a las familias y sustentabilidad al sistema de manera definitiva.

Desde el Estado se cuenta con todas las herramientas necesarias para proveer una solución definitiva al problema, teniendo en cuenta, entre otras cosas, que el 73% de los créditos hipotecarios otorgados corresponden a bancos públicos. Asimismo, la propia Carta Orgánica del Banco Central expresa la potestad de esa institución respecto de regular el sistema financiero, las tasas de interés y de regular y orientar el crédito.

Está claro que no alcanza con retoques o atenuantes. Tampoco se trata de anunciar irresponsablemente el relanzamiento de los mismos créditos que nada cambian. Hace falta contar con una verdadera política pública de acceso a la vivienda y para concretarlo es necesario contar con opciones de financiación estable, de largo plazo y accesible.

Eliminar los créditos UVA y establecer un nuevo sistema de créditos es el primer paso ineludible para transitar en esa dirección.

* Alexis Dritsos Economista Partido Socialista

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias