sábado 27 de abril de 2024 - Edición Nº3063
Dos Líneas » El País » 1 dic 2018

La producción en terapia intensiva

Alexis Dritsos- Economista Partido Socialista


Por:
Alexis Dritsos

En la previa a la Cumbre del G20, desde el gobierno se viene intentando enviar un mensaje un poco más optimista de las perspectivas económicas para el futuro. El motivo principal sobre el que alientan expectativas favorables es haber logrado frenar la estampida cambiaria reciente.

En el equipo económico se entusiasman con la idea de que la inflación pueda ir cediendo, mientras el tipo de cambio se mantiene dentro de ciertos márgenes aceptables de estabilidad. De ser así, y con una recuperación de las exportaciones esperan que el nivel de actividad comience a crecer a partir del segundo trimestre del año próximo.

Desde lo simbólico, las escenas que muestran al Presidente rodeado de los hombres más poderosos del planeta, entusiasman al gobierno. Se busca reflotar la idea de que la integración de nuestro país al mundo será, finalmente, una oportunidad de recibir importantes inversiones extranjeras y de concretar nuevos acuerdos comerciales.

La realidad para la mayor parte de los argentinos muestra una perspectiva muy diferente. Fue el propio Dujovne quien recientemente señaló: “Nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno”. Por su parte, Dante Sica reconoció que las tasas de interés actuales son incompatibles con la producción y que han sido implementadas para frenar la corrida cambiaria.

A pesar de la masiva pérdida de empleos, cierres de empresas y la feroz caída del poder adquisitivo de la mayoría de los argentinos, el Ministro de Hacienda insiste con la idea de que están haciendo lo necesario para retomar la senda del crecimiento.

La realidad que acompaña a la mayor parte de la sociedad también se ve reflejada en la percepción internacional, ya que el riesgo país se encuentra a fines de noviembre en 704 puntos. El mundo financiero toma nota de la incertidumbre sobre la gobernabilidad generada por los pésimos resultados obtenidos luego de 3 años de gestión y para muchos nuestro país es un país en default que se sostiene artificialmente por el auxilio del FMI.

Los datos oficiales desmienten categóricamente el impostado optimismo de algunos oficialistas. Luego de seis meses consecutivos de caída en el nivel de actividad, nos encontramos, técnicamente en recesión. Se han perdido aproximadamente 70.000 puestos de trabajo en los últimos 12 meses y la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos (salarios/jubilaciones, etc) contra una inflación del 45,9% para el mismo período, ha sido muy considerable.

El cierre permanente de empresas y comercios, tanto PYMES como grandes, ha sido la característica distintiva de esta crisis recesiva. El fenómeno de carácter nacional, se percibe con mucha fuerza en la Provincia de Buenos Aires y repercute fuertemente en el Partido de La Plata y sus alrededores. La caída de la clase media hacia una situación de pobreza es creciente, mientras que un amplio sector de pobres cae irremediablemente en la indigencia.

Ante este panorama tan desalentador, es necesario plantear un cambio rotundo en la política económica para frenar la destrucción del sector productivo y del comercio en nuestro país. Este modelo que afecta particularmente a las  PyMEs y barre con miles de puestos de trabajo debe ser  reemplazado por otro que apunte a la reactivación de la economía.

Es necesario desactivar la dependencia de dólares golondrina para controlar el tipo de cambio, acelerando la obtención de dólares genuinos mediante: la reducción a 30 días del límite autorizado para liquidar exportaciones y con la administración del comercio exterior para reducir, como mínimo, un 10% las importaciones. Con dólares genuinos y con medidas complementarias que vayan desincentivando el ingreso y egreso de capitales especulativos, se podrán ir bajando las tasas de interés.

Para frenar la caída de PYMEs, tanto industriales como de servicios, se necesita de modo urgente la implementación de líneas de crédito blandas a tasa subsidiada y a plazos razonables, para recomponer el capital de trabajo y detener la ruptura de la cadena de pagos.

De modo urgente se requiere la eliminación del IVA en las tarifas de servicios públicos para los consumos medios y bajos de industrias, comercios y familias. Paralelamente se propone el congelamiento de tarifas por 6 meses tomando los valores de fines de agosto, hasta tanto se establezca un nuevo sistema de precios basado en costos reales en pesos, dejando de lado la dolarización impuesta por el gobierno.

Mientras tanto, y al ritmo de una campaña electoral que va tomando forma, desde la Provincia de Buenos Aires, Vidal apuesta al marketing impulsando paliativos de alto impacto mediático: bonos para empleados públicos y jubilados, y algunas medidas impositivas para PYMES ¿Será esta la antesala de un futuro “paso al costado” de Macri que habilite un Plan B con Vidal y Larreta como posibles herederos del experimento Cambiemos?

La realidad es que más allá de los posibles enroques y de las políticas de paliativos que constituyen las medidas que toma el gobierno, se necesitan menos bonos y más abono para impulsar a la economía hacia un sendero de crecimiento sostenido.

* Alexis Dritsos Economista Partido Socialista

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