Legisladores del interbloque Argentina Federal, integrado en su mayoría por mayoría por justicialistas y massistas, presentaron esta mañana, en la previa de la sesión especial convocada por sectores de la oposición en rechazo al aumento en las tarifas, un proyecto tendiente a garantizar valores "razonables" para los servicios públicos.

“Hay que ponerle un freno a la insensibilidad de este Gobierno por el tema de las tarifas. Queremos, además de discutir, brindar soluciones. Estamos obligados a eso pero deben ser soluciones en serio”, aseguró el titular del bloque Argentina Federal, Pablo Kosiner al abrir la conferencia de prensa en el edificio anexo de Diputados junto a legisladores del Frente Renovador.

Allí, presentaron la iniciativa que, entre otros puntos, propone que los incrementos tarifarios no queden "disociados" de los aumentos salariales y que tampoco sean mayores a "los índices de precios mayoristas", del Indec.

Con la presentación del proyecto que, dijeron, “no pretende volver al pasado”, los legisladores de ambos sectores parecieron desmarcarse de la estrategia del kirchnerismo de pedir una sesión especial para hoy, para tratar proyectos que piden retrotraer o frenar los aumentos de las tarifas de servicios públicos.

No obstante, anticiparon que bajarán a todas las sesiones donde se trate el tema de las tarifas.

A su turno, Graciela Camaño, titular del bloque de diputados del Frente Renovador (UNA), sostuvo que “estamos ante un problema en materia energética de ignorancia hasta territorial “ y juzgó de “insostenible” la situación porque, dijo, “se están apropiando del dinero de todos los argentinos".

"Es oportuno que hoy estén todos, incluso aquellos del oficialismo que presentaron proyectos discutiendo el tema”, afirmó.

En ese sentido, el economista Marco Lavagna, puso de relieve la necesidad que la iniciativa “es una alternativa posible, sin hacer demagogia” y sostuvo que “el gobierno no quiere bajarlas y nosotros estamos convencidos de que hay que bajarlas porque así es insostenible”.

Por su parte, el ex titular del ANSES, Diego Bossio, consideró que el proyecto impulsado desde Argentina Federal se enmarca en la "racionalidad" dado que propicia la conformación de "un esquema de tarifas justas para todos los argentinos".

"El Gobierno no quiere modificar las tarifas. Este proyecto baja las tarifas que (el presidente Mauricio) Macri y (el ministro de Energía, Juan José) Aranguren le subieron a los argentinos”, postuló.

El proyecto establece que “a partir del 1 de noviembre de 2017 y para los años 2018 y 2019, se considerarán tarifas justas, razonables y susceptibles de ser aplicadas bajo criterios de justicia y equidad distributiva a aquellas que siguiendo una revisión gradual conforme los parámetros objetivos previstos dentro de cada uno de los regímenes que regulan los servicios públicos”.

Por otro lado, establece que las tarifas de luz y gas no podrán subir más que los salarios y serán estables por 12 meses; en tanto que para las pymes, cooperativas de trabajo y empresas recuperadas los aumentos de tarifas no podrán ser mayores al índice de precios mayoristas del INDEC, mientras que para los clubes de barrio y entidades de bien público se implementará un sistema de Tarifa Social en el que pagarán solo el 20% del valor de la factura.

Asimismo, contempla para los jubilados, beneficiarios de planes sociales, de la AUH, de pensiones no contributivas, de prestaciones por desempleo, monotributistas sociales, trabajadores con remuneraciones brutas iguales o menores a dos salarios mínimos, ex combatientes de Malvinas, sean incorporados al régimen especial de seguridad social para empleados del servicio doméstico y para quienes cuenten con certificado de discapacidad.