La alumna de 15 años que se disparó en la cabeza cuando se encontraba en clase, en el Colegio de la Universidad Nacional de La Plata, murió esta mañana, tras agonizar cuatro días.

"El cuadro se había tornado irreversible con fallas multiorgánicas", precisó el director del Policlínico General San Martín de la capital bonaerense, Alberto Urban, y explicó que, "como nunca hubo muerte cerebral, no se la pudo poner en el protocolo de donación de órganos".

El episodio, que conmocionó a la comunidad educativa del Colegio Rafael Hernández, dependiente de la Universidad Nacional de La Plata, ocurrió el pasado jueves a las 7,30, cuando estaba comenzando una clase de geografía.

La chica se disparó en la cabeza con un arma calibre 38 frente a sus compañeros, en el aula Cordero, ubicada en el segundo piso del establecimiento.

La adolescente dejó una nota en un cuaderno que se encontró en su pupitre donde escribió: "Chau mierdas, dejo un juego en la mochila, el que lo encuentre se lo queda".

El cuerpo médico del colegio reaccionó con rapidez y momentos después del disparo la chica fue trasladada en una ambulancia del SAME al Policlínico General San Martín.

Allí, fue intervenida en dos ocasiones, aunque de manera infructuosa, ya que los médicos no lograron mejorar su situación.

Poco después, los profesionales informaron que había entrado en coma.

La investigación del hecho estaba a cargo del juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, quien evaluaba hoy tomar declaración testimonial tanto a los compañeros, como a los docentes.