María Eugenia Vidal suspendió la designación de César Albarracín como fiscal adjunto ante el Tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires. Varios organismos de DDHH criticaban su postulación debido a graves denuncias que caen sobre sus hombros.

Hasta diciembre último Albarracín se desempeñó como Subsecretario de Política Criminal e Investigaciones Judiciales del Ministerio de Justicia de la Provincia de Buenos Aires. Allí tuvo a su cargo al Servicio Penitenciario Bonaerense. El cuestionamiento se fundamenta en las graves violaciones de los derechos humanos que sucedieron en las cárceles provinciales durante su gestión.

Frente a esa situación, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), el CELS, el defensor de Casación Mario Coriolano, el juez Marcelo Madina, Pedro Sisti y la defensora oficial María Dolores Gómez habían presentado una nota a Vidal en la que solicitaban que suspenda el nombramiento de Albarracín como fiscal frente al tribunal penal más importante de Buenos Aires.

Albarracín había sido promovido por el ex Gobernador, Daniel Scioli y en el día hoy Vidal accedió a lo solicitado y revocó la designación a través de un decreto.

Al margen de las explicaciones oficiales, la realidad es que Albarracín es desplazado como consecuencia de la fuga del penal de Alvear de los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci. La Gobernadora busca intentar "limpiar" las estructuras sciolistas que hayan podiido tener colaboración en el hecho.