Fuentes oficiales confirmaron esta mañana que el cuerpo encontrado anoche en una vivienda de la localidad de José León Suárez pertenece a Araceli Fulles, la joven que permanecía desaparecida desde el 2 de abril. Los restos humanos fueron reconocidos por un tatuaje.

La Policía Bonaerense halló anoche restos humanos en una propiedad de la madre de Darío Gastón Badaracco, de 29 años, el principal sospechoso del crimen de la joven, ya que fue el último que la vio con vida y hasta habría confesado que mantuvo relaciones sexuales con ella.

Badaracco, quien tiene tres causas penales, ya había declarado tres veces, pero sus relatos eran contradictorios y este jueves fue citado a prestar testimonio una vez más, lo cual hizo y, más tarde, se fugó.

Según las fuentes, el cuerpo estaba a unos 35 centímetros de profundidad, bajo una losa de cemento y tapado con material de construcción. Si bien en un momento trascendió que estaba descuartizada, los peritos determinaron que el cuerpo estaba de cúbito dorsal y las extremidades inferiores flexionadas hacia atrás.

Por otra parte, los investigadores continuaban esta mañana buscando al principal sospechoso del crimen, un hombre identificado como Diego Badaracco, quien esta mañana continuaba prófugo. Por el hecho, fueron detenidos los hermanos Jonathan y Emanuel Avalos, Marcos Ibarra y Carlos Damián Alberto Cassalz, detenidos por el delito de “homicidio agravado”, y dos compañeros de trabajo de Badaracco por “encubrimiento agravado”.

Araceli tuvo contacto con su familia por última vez el domingo 2 de abril a las 7hs. de la mañana, cuando le envió un mensaje a su madre, Mónica Ferreyra, diciéndole: “Vieja, prepará las cosas para el mate que estoy yendo para casa”, lo que nunca ocurrió.