El ministro de Justicia de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, aseguró hoy que hubo "alguna inteligencia" en las amenazas que recibió la gobernadora María Eugenia Vidal en su antiguo domicilio, donde le dejaron un cartucho de escopeta.

En tanto, advirtió que el Servicio Penitenciario "no es un ámbito fácil para investigar", pese a que está confirmado que desde una Unidad de La Plata partió la primera amenaza telefónica que recibió la mandataria provincial.

"No recuerdo nivel de amenazas tan variadas, tan imaginativas y representativas en los últimos tiempos. Lo del cartucho, justo en un momento en el que la custodia se retira por unos minutos a cargar combustible, son evidencias de que hubo alguna inteligencia", expresó.

En declaraciones a radio Nacional, Ferrari afirmó que "son tantos los ámbitos en los que ha intervenido la Gobernadora que es difícil establecer de donde pudo venir esas amenazas".

En ese sentido, si bien explicó que está probado que el primer llamado intimidatorio lo realizó un recluso de la Unidad 9 de La Plata, hay que establecer si la identidad informada es realmente la que corresponde al autor de la amenaza, y si actuó "de motu propio o si estuvo condicionado de alguna manera para enviar este mensaje".

De todas formas, el funcionario advirtió que el Servicio Penitenciario "no es un ámbito fácil para investigar" y que "muchas veces existe connivencia entre la utilización de poder de algunas personas inescrupulosas del servicio y de la debilidad de quienes están detenidos".

Entre otras cosas, Ferrari confirmó que hoy presentarán una plan de reforma a 10 años del Servicio Penitenciario bonaerense que apuntará a "mejorar las condiciones" de los reclusos y también a "terminar con la infinidad de hechos de corrupción" que ocurren dentro del sistema.