Mariano Penas es director del Puerto La Plata en representación de la capital bonaerense. De profesión escribano, en declaraciones a Dos Líneas, adelantó sus intenciones de ser Intendente. Asimismo, opinó sobre la gestión de Julio Garro, habló de la seguridad y volvió a insistir con propuestas para el Astillero Río Santiago.
A casi tres años de iniciada la gestión ¿En qué situación se encuentra La Plata?
La Plata en algunos aspectos está igual y en otros ha habido alguna mejora. Esto último se observa en las obras importantes, como la del Arroyo El Gato, el Camino General Belgrano, la ampliación de la 66 hasta la Ruta 36 o la bajada de la Autopista. Son obras muy importantes de infraestructura, que gracias al aporte de Nación y Provincia se han podido saldar viejas deudas para los platenses. Obviamente, veo que todavía hay muchas cosas que faltan. Para hacer un análisis completo tenemos que tener en cuenta de dónde venimos. Los Bruera dejaron una ciudad muy maltratada, La Plata estaba implosionada.
¿Del 1 al 10 con cuánto calificarías la gestión Garro?
Aprueba, pero como dice el boletín de los chicos `siga trabajando duro´.
Uno de los flagelos de la ciudad es la inseguridad ¿Hubo cambios en esta temática?
La inseguridad hay que entenderla en el contexto social. Salvo en el período comprendido entre fines de 2016 y una parte del 2017, en lo social no se ha avanzado mucho. Veníamos de una situación muy precaria y ni siquiera teníamos noción de los números reales y del verdadero impacto de la pobreza. Eso se ve cómo impacta directamente en el tema de la seguridad. A nivel nacional se viene haciendo un muy buen trabajo. Me parece buena la gestión de Patricia Bullrich. Se está combatiendo el flagelo del narcotráfico. Ahí no hay marketing. Se muestra lo que se trabaja después. Le voy a robar palabras a mi amigo el fiscal Marcelo Romero `en seguridad corremos el riesgo de hacer marketing´.
¿A qué te referís?
Eso sucede cuando hacemos actos mostrando patrulleros de última generación o exhibiendo cámaras. Y estamos mostrando dónde están las cámaras y mostramos todos los beneficios de ese nuevo patrullero. Entonces, al delincuente ya le estamos dando todo un conjunto de información servida.
Hay quienes vinculan al fiscal Romero como un defensor de la mano dura ¿Qué sentís cuando se indica eso?
Para nada. Yo lo conozco desde hace muchos años. Lo que hace Marcelo (Romero) está definido en una postura del derecho argentino, que podríamos decir que se encuentra del lado de los no abolicionistas. El fiscal conoce muy bien la ley y tiene mucha experiencia. Lo único que trata de hacer es que se cumpla la ley. No apela a ninguna construcción legal forzada. No propone nuevas legislaciones, lo que hace es aplicar la ley. En definitiva, su tarea se basa en aplicar el Código Penal. Si eso se hiciera, al igual que con el Código de Faltas, la realidad de la ciudad de La Plata sería distinta. Muchos jueces, sometidos a esta doctrina vinculada a Zaffaroni, dejan pasar muchos hechos que son delictuales.
¿Los jueces son en parte responsables de la inseguridad?
El Poder Judicial tiene que hacer un mea culpa sobre algunos hechos, que conjuntamente con el Servicio Penitenciario, hacen mal. Ejemplo los reincidentes que son liberados de forma incorrecta y de no haber sido así se podrían haber evitado muchos delitos.
En La Plata tenemos el caso del ex juez César Melazo que está siendo investigado por haber cometido serios delitos
Vos hablás con los miembros de la justicia y a Melazo no lo reconocen como propio. Melazo ha sido un delincuente vestido de juez. Excede totalmente a lo que es un juez.
¿Te gustaría ser intendente de La Plata?
La verdad es que yo sí quiero ser Intendente. Hay que ver el momento exacto. Vos me preguntas si es ahora y te respondo que no. En este momento estoy trabajando con un excelente grupo de especialistas para generar políticas para la ciudad. Estamos haciendo política, pero no política partidaria. De hecho somos parte la Fundación Ciencia + Democracia. Allí está el fiscal Marcelo Romero; Diego Príncipi que es el Presidente de CALPO; Nancy Maldonado, una dirigente social destacadísima; Sergio Palacios, un excelente profesor de la UNLP y Pedro Delheye, que es Presidente de ICOMOS Argentina. La idea es seguir trabajando en este sentido, pensando la ciudad.
Días atrás, el Concejo Deliberante aprobó quitar el adoquinado en la ciudad ¿Por qué están en contra?
No lo digo yo, lo dice Pedro (Delheye) que es el experto en la materia. Lo rechazamos no solamente por una cuestión patrimonial que es muy importante, sino también por lo que se refiere a la absorción del agua. La ciudad está perdiendo mucha capacidad de absorción, no solamente con las obras inmobiliarias que se hicieron en el casco, incluso con los invernáculos del gran cordón frutihortícola. Sacar los adoquines, o mismo taparlos, hace que generemos otros cercenamiento más a la capacidad de absorción.
Te metiste en la polémica que se generó por el Astillero Río Santiago ¿Te arrepentís de algo de lo que dijiste?
No. Al principio por el video que hicimos en el Puerto La Plata fue algo disruptivo y generó cierto revuelo. Nosotros tenemos propuestas para generar otra unidad de negocios en el Astillero. Proponemos que ahí se creen las torres y las bases para poder ubicar los aerogeneradores. Es una inversión muy sencilla la que hay que hacer. La capacidad de los trabajadores del Astillero es sobrada y en el corto tiempo podrían empezar a construirlo. Lo que sucede es que hay sindicalistas que dicen ser trabajadores y en definitiva lo único que están buscando es mantener sus privilegios. Obviamente, cuando alguien sale a desnudar eso les molesta. El Astillero tiene una capacidad instalada espectacular. Yo simplemente dije que no pueden seguir pidiendo terminar un barco, porque eso los lleva a quedarse sin trabajo.
Tus críticos señalan que detrás de tu planteo está la privatización del Astillero
No, para nada. No soy funcionario con responsabilidad con respecto al Astillero. Mi propuesta surge a partir de la preocupación de cualquier ciudadano que no quiere que 3300 personas se queden sin trabajo.