La ex presidenta Cristina Kirchner publicó este viernes una dura carta en contra del Gobierno de Javier Milei, en donde critica los primeros nueve meses de gestión del libertario y el rumbo económico que toma su administración.
Titulado “Es la economía bimonetaria, estúpido”, la ex vice cargó contra el líder libertario y su ministro de Economía, Luis Caputo. Pero también largó críticas contra la gestión de Alberto Fernández y puertas adentro del peronismo, al que considera que "se torció y se "desordenó".
La primera parte de la extensa carta, publicada en sus redes sociales, evaluó los primeros meses de gestión, donde plantea que "una vez más y como siempre, la realidad se impone sobre las teorías extravagantes, los discursos incendiarios y las frases marketineras".
Cristina acusó a Milei de "intervenir y controlar" tres de los cuatro precios fundamentales de la economía, a pesar de haber hecho campaña prometiendo "eliminar la intervención y el control del Estado sobre la vida de los argentinos". Sostuvo que el Gobierno controla el precio del dólar, del dinero y del trabajo, al fijar topes para los acuerdos salariales conquistados por los gremios.
"Si a esta forma de administrar los cuatro precios de la economía le sumamos el ajuste fiscal de Milei -que es inconsistente e insostenible porque lo logra a partir del no pago de deudas exigibles para la administración central y del retiro del Estado de las funciones imprescindibles para la subsistencia misma del país como Nación-, se produce un combo letal", sentenció la ex vice, que refirió que ese escenario en el marco de una economía bimonetaria como la Argentina, un tema que la dirigente suele abordar en sus escritos, llevó a una caída "brutal" de la actividad económica y provocó que el país sea más caro en dólares que los países desarrollados.
"Esto convierte a la tasa de inflación de 3% o 4% mensual, que Milei y su inefable ministro de Economía quieren hacernos creer que es un éxito, en una verdadera tragedia social, al producirse en el marco de una profunda recesión económica", sostuvo Cristina Kirchner sobre la variable que esta gestión presenta como uno de sus mayores logros y en un dardo directo a Luis “Toto” Caputo. "Esa tragedia ya es inocultable", consideró la expresidenta, que habló de un rápido crecimiento de la desocupación, de los más de un millón de niños que todas las noches se van a dormir sin un plato de comida (de acuerdo al último estudio de Unicef), del avance del narcotráfico en los barrios y de una “caída vertiginosa” en el nivel de vida de la clase media.
Acto seguido, marcó: "Y como siempre sucede en la Argentina: al ajuste le siguen los palos. Las imágenes de argentinos apaleados y gaseados -en esta oportunidad jubilados– no hacen más que confirmar la violencia que engendran ideologías donde los ciudadanos solo son una variable de ajuste. Todo se ha puesto muy feo. Todo está muy mal".
Esto último con respecto a las dos últimas protestas de jubilados, que terminaron en violencia debido a que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió aplicar el protocolo antipiquetes con las fuerzas federales y los manifestantes intentaron resistirse.
Dijo también Cristina que el Gobierno, en la práctica, "abandonó el discurso liberal de ant-intervencionismo estatal" y que "dejó de lado" la teoría monetarista de que la emisión es la única causa de la inflación, mantra reiterado en múltiples oportunidades por Milei. "En efecto, en reiteradas oportunidades los funcionarios han señalado que no van a devaluar porque sube la inflación: ante estudiantes en la Universidad Católica Argentina Caputo descartó un salto del dólar: ‘Devaluando lo único que se gana es que suba la inflación’. O sea: la inflación en nuestro país está atada al movimiento del dólar. Bienvenidos a la Argentina", ironizó, basada en este concepto que suele repetir en sus discursos.
"Estas no son las únicas novedades del país en el que suelen morir todas las teorías", dijo, sin embargo, y destacó que las calificadoras extranjeras y "hasta algunos economistas vernáculos" expusieron una "creciente inquietud" acerca de la capacidad de pago de la Argentina respecto de su deuda soberana.
Después recordó su documento del 14 de febrero y que allí había dejado plasmado que en la Argentina la inflación se dispara ante la escasez de dólares y que el endeudamiento compulsivo en esa moneda extranjera agrava la situación. "Que nadie se confunda. No pasa por decir ‘te lo dije’, pero es necesario abordar el verdadero problema de la economía argentina desde el rigor que impone la experiencia concreta frente a cualquier ejercicio teórico. Hoy la Argentina no tiene los dólares para pagar la deuda y los mercados lo saben", marcó.
E incluso dijo que esa falta es la que también impidió llevar a cabo la dolarización tan pregonada por Milei durante la campaña y que, según Cristina Kirchner, el Presidente "imaginaba como plan de estabilización para cristalizar la formidable transferencia de ingresos a los sectores más concentrados de la economía producida después de la brutal devaluación y el ajuste fiscal".
"Curiosa paradoja de quien se cree líder amado y admirado a nivel global, pero al que nadie le presta un dólar. A esta altura de la soirée casi, casi que tenemos que hablar de Milei, el ex libertario", dijo contra el Presidente.
En el segundo tramo de su escrito, la expresidenta se quejó del término “cepo”, porque dijo que nació para “estigmatizar” la medida que adoptó su gestión en 2012. Hizo también un repaso por las 54 corridas cambiarias que la Argentina atravesó desde 1972, parte de ellas en sus dos administraciones.
"Tampoco el gobierno de Macri, que fue market-friendly, se salvó de las corridas cambiarias. No solo tuvo una fuerte salida de capitales sino que debió reinstalar el ‘cepo’ que tanto había criticado y que había levantado en 2016 con bombos y platillos, y gracias a un feroz endeudamiento externo. Se vio obligado a poner un tope de compra mensual de apenas 200 dólares. Vale recordar que en el período 2012-2015 el límite que establecimos fue de 2500 dólares mensuales. Cabe señalar también que dicha regulación no pudo ser eliminada hasta el día de la fecha y continúa con el tope de 200 dólares. Y eso que pasaron macristas, peronistas y ahora hasta libertarios, todo bajo el estricto control del FMI. Esto no significa santificar el ‘cepo’, sino entender a partir de la experiencia y no desde la teoría, el funcionamiento de la economía en la Argentina frente a la cuestión del dólar", reiteró, para marcarle la cancha al Gobierno.