Movilizados por la crisis que atraviesa de punta al Frente de Todos (FdT), y aferrados a la posibilidad incierta de que la ex Presidente revea su decisión de ser candidata, el kirchnerismo se convocó este lunes en el centro porteño para lanzar un nuevo capítulo del operativo clamor, esta vez con la Corte Suprema como punto de concentración a siete años de la primera indagatoria judicial de Cristina Fernández de Kirchner, el 13 de abril del 2016, citada por el fallecido juez Claudio Bonadio.
"Cristina Fernández de Kirchner es como Lionel Messi cuando renunció a la Selección: después volvió y fuimos campeones", aseguró exagerado un encumbrado dirigente de La Cámpora mientras dejaba la sede porteña de SMATA, el gremio que albergó la reunión. "Y ganamos la tercera", acotó otro que apuraba el paso para salir del auditorio.
Juliana Di Tullio, una de las senadoras más cercanas a CFK, había sido mucho más directa minutos antes, sobre el escenario: "No conozco otra persona que sea capaz de devolverle el sentido a la política, a un Gobierno y a un país como Argentina que no sea 'La Jefa', no la conozco". También Mario Secco, otro dirigente ultraK: "Llegará el momento en que tomará la decisión. Y si no es ella, tendrá que decirnos el plan B, así como puso un presidente hace cuatro años".
"Hemos convocado a marchar a Tribunales con el objetivo de repudiar el accionar de la Corte Suprema, porque no se puede proscribir la voluntad popular", resaltó el anfitrión, "Paco" Manrique, en el escenario del auditorio que contó con dirigentes K como Andrés Larroque, Cristina Álvarez Rodríguez, Mariano Recalde, Lucía Cámpora, Carlos Castagneto, Leopoldo Moreau, Eduardo Valdés, Hugo Yasky y Roberto Baradel, entre otros.
No hubo gobernadores, ni representantes del triunvirato de la CGT ni de la mayoría de los intendentes del Gran Buenos Aires, cuya presencia en la marcha del jueves frente al Palacio de Tribunales todavía es una incógnita: cuando Jorge Ferraresi oficializó la convocatoria hace 15 días en un encuentro en La Plata junto al gobernador Axel Kicillof, la docena de jefes comunales de la primera y la tercera sección electoral que participaban de la cumbre no se conmovió demasiado.
Tampoco fue de la partida el ministro Eduardo "Wado" De Pedro, de gira por Bariloche como parte de su proyecto presidencial a la espera de que Cristina defina sus próximos movimientos.
De Pedro, de hecho, fue el que confirmó en la última semana que habrá un escenario de PASO con dos fórmulas: una albertista y una del sector K. Una hipótesis de trabajo electoral que, presentada de esa manera, excluye a la ex Presidenta como candidata.
"Necesitamos que Cristina sea la persona que podamos votar en estas elecciones como candidata a presidenta de nuestro país por tercera vez. Tenemos el deber imperioso de darlo vuelta, y empezamos a dar vuelta la proscripción para que Cristina pueda ser nuestra candidata", remarcó Di Tullio, siempre vehemente.
El kirchnerismo prevé esta semana una convocatoria multitudinaria frente a Tribunales y un plenario militante como los que se sucedieron primero en Avellaneda y después en Resistencia, Chaco, para el próximo sábado 22 de abril, en el microestadio de Ferrocarril Oeste, en el barrio porteño de Caballito.