Mauricio Macri este mediodía pasó factura al resto de la jefatura porteña del PRO por el cuestionado acuerdo que selló Juntos con el kirchnerismo la semana pasada en la Legislatura bonaerense para garantizar la designación de Federico Thea al frente del Tribunal de Cuentas a cambio de tres cargos en el directorio del Bapro e igual número en la Defensoría del Pueblo, que ocuparán las diferentes tribus opositoras.
En el habitual almuerzo de los lunes, esta vez realizado en el restaurant Puente del Inca, en Bolívar al 373, Capital Federal, el expresidente le dijo al resto de los comensales que “hay que tener cuidado con algunas votaciones porque la gente está sensible”. Así, Macri se refirió a la polémica sesión doble de la semana pasada en la Legislatura bonaerense.
El resto de los caciques del PRO no omitieron opinión al respecto. En la mesa estaban sentados Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, Diego Santilli, María Eugenia Vidal, Jorge Macri, Cristian Ritondo, Humberto Schiavoni, Federico Angelini y Federico Pinedo.
“Con el gobierno de Alberto Fernández y de Axel Kicillof no tenemos nada que negociar”, objetó Macri, durante la comida. El exjefe de Estado ya había intervenido en las negociaciones que tenían lugar en suelo bonaerense hace algunas semanas cuando a control remoto vetó de plano la reforma jubilatoria del Bapro que lleva la firma de Kicillof.
Como contó este medio, esa intervención motivó el portazo del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, de la mesa provincial de Juntos y de su rol de articulador con el Frente de Todos bonaerense. Posteriormente, la sesión doble de la semana pasada desembocó la renuncia del senador Joaquín de la Torre a la vicepresidencia de la Cámara alta bonaerense.
Macri esta vez llamó a “tener cuidado con algunas votaciones”. Se trata de una advertencia que tuvo nombres y apellidos concretos, pues los que rubricaron el acuerdo entre Grindetti, el radicalismo y el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde para el nombramiento de Thea fueron Santilli y Jorge Macri, pese a los intentos de negar las versiones, mientras que la dupla Vidal–Rintondo también se vio beneficiada por ese entendimiento. Todos ellos estaban sentados cara a cara con el exmandatario.
“Hay que tener cuidado con algunas votaciones porque la gente está sensible. Con el gobierno de Alberto Fernández y de Axel Kicillof no tenemos nada que negociar”, marcó la cancha Macri, en otro intento por hacer entrar en razón al resto de la jefatura del PRO que el camino es endurecer el perfil de la alianza opositora.
