Tras sancionar la ley que habilita el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el presidente Alberto Fernández intentó bajarle el tono a la interna y destacó haber empezado a “resolver el problema” de la deuda.

En el marco de un acto en Tucumán junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, y el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, el presidente aseguró que “vamos a salir de los problemas” en la previa de los anuncios económicos de esta tarde.

"Vamos saliendo de los problemas. Primero de la deuda con los acreedores privados y ayer empezamos a resolver la deuda con el FMI. Deuda que heredamos y que seguramente de haber estado gobernando no hubiéramos tomado. Pero son problemas que tenemos que ir resolviendo", señaló Fernández en su discurso.

Luego de la votación de la polémica en la que 13 senadores del Frente de Todos votaron en negativa al proyecto del acuerdo, sumado a la ausencia en buena parte de la sesión de la vicepresidenta Cristina Kirchner, el presidente convocó a sostener la unidad.

El Frente de Todos atraviesa una grieta interna en relación a cómo abordar el acuerdo con el FMI. La postura disidente la marcaron La Cámpora, a cargo de Máximo Kirchner, y algunos movimientos sociales como el Frente Patria Grande de Juan Grabois.

"Hay un tiempo que debemos inaugurar; el tiempo de trabajar unidos y juntos. Ya tuvimos demasiados años para distanciarnos, pelearnos y marcar diferencias”, manifestó Fernández en la mañana de hoy.

Por eso, resaltó que desde el Gobierno “tenemos que unirnos para resolver los problemas, porque todo tiene sentido en la política si se hace para mejorar las condiciones de vida de la gente”.

Finalmente, postuló que “hay cuestiones donde no tiene sentido que sigamos marcando esas diferencias” y concluyó al señalar que “el problema ciudadano tiene otra magnitud y nos está reclamando ese ceder".