Los propietarios de transportes escolares de la provincia de Buenos Aires mantienen desde el viernes pasado un acampe en la Gobernación bonaerense para reclamar que se declare la emergencia para el sector.

Hasta la Plaza San Martín de La Plata llegaron trasportistas de todo el territorio bonaerense enrolados en Cámara de Servicios Especializados Provincial de Transporte de Pasajeros (CSEPTP).

Se trata de uno de los sectores, al igual que el turismo, que vio clausurada su actividad ni bien se decretó la cuarentena por el coronavirus y cuando las clases pasaron a la modalidad virtual por la pandemia.

“Venimos sin tener ingresos desde de diciembre del año pasado, la situación es crítica. Hubo gente que tuvo que vender sus micros para subsistir”, dijo Álvaro Sánchez, presidente de la CSEPTP 

Son más de 4.000 familias que se quedaron sin ingresos desde hace más de 7 meses y, según denuncian, no accedieron a programas como el Ingreso Familiar de Emergencia o el ATP.

“Hay otros compañeros que les embargaron los coches por falta de pago porque renovaron las unidades el año pasado y tenemos gente que intentó suicidarse, gente que sufrió patologías graves”, dijo Sánchez.

En ese sentido, desde la Cámara reclaman que se conforme una mesa de trabajo para estudiar alternativas y la declaración de la emergencia para el sector, que debe pasar por la Legislatura bonaerense. 

“Pedimos que se dicte la emergencia en el trasporte escolar, para que habiliten instrumentos de asistencia, no estamos en búsqueda de asistencia directa porque se trata de un volumen importante”, precisó Sánchez.

De acuerdo a lo que informaron desde CSEPTP no recibieron “ninguna ayuda del Estado, sólo una sola vez en el año, que fueron 700 bolsones de comida que entregó el Gobierno bonaerense repartir entre las más de 4.000 familias”.