“Sentimos que estamos frente a un sistema corrupto que no quiere avanzar en la investigación, que encubre, que nos obliga a estar todo el tiempo detrás de cada medida de prueba, impulsando cada medida de prueba para llegar a la verdad. Sigo esperando justicia de la justicia y yo, como madre, no voy a descansar hasta llegar a la verdad”.

Así se expresó en diálogo con la Agencia Andar, Cristina Castro, mamá de Facundo, a tres meses de la desaparición del joven desaparecido el 30 de abril pasado, cuando partió de la localidad bonaerense de Pedro Luro para dirigirse a Bahía Blanca.

Lo último que se sabe con certeza de Facundo es que ese último día del mes de abril fue detenido por dos policías bonaerenses en la localidad de Mayor Buratovich, los cuales le labraron un acta por estar violando la cuarentena y le sacaron una foto de espalda frente al patrullero.

La familia de Facundo no tiene duda respecto a que esta fuerza está detrás de la desaparición y denuncia que hay un plan de encubrimiento, del que participaron al menos nueve agentes bonaerenses y que implicó demoras en los rastrillajes y la incorporación de pistas falsas y testigos truchos.

A tres meses de la desaparición del joven, no hay imputados. “Me falta un hijo, me han desaparecido un hijo, amanezco todos los días pensando en dónde buscarlo, en hacer el trabajo que tendrían que hacer fiscales y jueces”, agregó Cristina a la citada agencia Andar.

Los abogados de la familia solicitaron allanar la comisaría de Teniente Origone. La Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que actúa como querellante institucional, adhirió a ese pedido y exigió además que se secuestre el registro de todas las comunicaciones emitidas desde los móviles policiales en servicio el 30 de abril en la zona donde, según los tres testigos, Facundo fue subido a un patrullero.

A su vez, en las últimas horas la jueza federal María Gabriela Marrón resolvió desestimar la recusación presentada por las querellas contra el fiscal de causa, Santiago Ulpiano Martínez.