Dos Líneas » Opinión » 20 may 2019
Alberto Fernández y el espíritu del Grupo Callao
Guillermo Justo Cháves- Mientro del Grupo Callao- Dirigente PJ.
Por:
Guillermo Justo Cháves
Guillermo Justo Cháves
Días después de la dura derrota electoral del 2017 a manos del macrismo, cuando todavía dolían sus efectos y todo hacía prever un futuro aun más incierto para nuestra Argentina, quienes integramos el Grupo Callao fuimos recibiendo uno a uno la invitación de Alberto Fernández -con sorpresa y orgullo- a formar parte del nuevo espacio. Nos convocaba con un entusiasmo admirable para quien ya había sido casi todo en la política argentina.
Desde el comienzo cuando nos encontrábamos en el bar de Callao y Lavalle o en su estudio jurídico, Alberto nos planteó claramente lo que pretendía. Intentó inculcar la mística del célebre Grupo Calafate repitiendo una y otra vez anécdotas de la experiencia que había terminado con Néstor Kirchner en la presidencia, algo que significaba un extraordinario inflador motivacional.
Con una generosidad pocas veces vista en la dirigencia política se puso al servicio de todos nosotros y al mismo tiempo nos motivó a trabajar sobre algunos puntos que consideraba indispensable para revertir aquel escenario político. Así el Grupo Callao conformado por dirigentes -algunos más jóvenes que otros- pero que habíamos pasado por la gestión en distintas áreas o participado en elecciones nació con objetivos muy claros:
.Comenzar a trabajar una opción para ganarle a Macri, que por aquellos tiempos parecía imposible pero era el momento de iniciar ese camino.
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Promover un mensaje y acciones concretas en torno a la unidad. La división del campo popular, consecuencia de desencuentros, había sido el principal motivo de las derrotas de 2013, 2015 y 2017.
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Trabajar la renovación como condición fundamental para pensar un nuevo gobierno de matriz nacional. Renovar es amalgamar experiencia con la fuerza disruptiva de los nuevos cuadros, nos decía Alberto.
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Fomentar la capacidad para dialogar como principal herramienta para gobernar y terminar definitivamente con la grieta que genera tantos odios y hace tan mal a nuestra Argentina.
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Construir el futuro. Frente a la tentación de querer restaurar o volver, como consecuencia de muchos buenos recuerdos de los años del pasado gobierno, nos planteamos el desafío de mirar al futuro.