Tras el fuerte repudio de la comunidad educativa, el gobierno de María Eugenia Vidal dio marcha atrás con la quita de subsidios a las escuelas de la Cruz Roja y decidió revisar la decisión por "un año", aunque voceros oficiales aclararon que a partir del año próximo empezará a regir el ajuste del 50 por ciento en los subsidios destinados al pago a los docentes.

La Cruz Roja administra 17 centros educativos en el territorio bonaerense. En esos establecimientos cursan 6000 estudiantes y trabajan 600 docentes. La Provincia aportaba 100 millones de pesos para las escuelas de la organización pero por decisión del ministro Gabriel Sánchez Zinny decidió reducir los aportes en un 50 por ciento. La repercusión negativa que tuvo la medida obligó al oficialismo a dar marcha atrás.

"Este recorte deja a miles de estudiantes y docentes en la calle y lleva a la quiebra a Cruz Roja Argentina. Por esta determinación arbitraria del Gobierno nos vemos imposibilitados de seguir sosteniendo la actividad diaria de nuestros voluntarios", alertó la semana pasada Diego Tipping, presidente de la institución.

Para justificar la medida, Sánchez Zinny había argumentado que sólo debían recibir subvenciones estatales "aquellos trayectos de formación que son obligatorios por ley, como la enseñanza secundaria".

En las escuelas de formación de la Cruz Roja se capacitan profesionales en enfermería, guardavidas, radiología, instrumentación quirúrgica y otras carreras vinculadas a la salud.

Esta semana, el bloque de senadores bonaerenses de Unidad Ciudadana había presentado un pedido de informes para conocer los motivos de la decisión oficial.

"El gobierno de la provincia de Buenos Aires en forma intempestiva y arbitraria quitó la subvención destinada a las escuelas de la Cruz Roja en un 50 por ciento sin ningún tipo de explicación al respecto", habían denunciado los legisladores kirchneristas.