jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3061
Dos Líneas » El País » 31 mar 2018

Aranguren más Aranguren que nunca

El Ministro de Energía volvió a dejar al descubierto las contradicciones del gobierno de Macri.


Por:
Nicolás Alberio

Desde su asunción al frente del Ministerio de Energía de la Nación, Juan José Aranguren, siempre fue  protagonista de escándalos. Esta semana, tras anunciar una nueva suba del gas, el otrora CEO de Shell se sinceró al declarar que tiene sus fondos fuera del país porque “no confía en el país”.

En Casa Rosada lo consideran un técnico, un especialista en la materia. Tratan de rodearlo de múltiples asesores para “cuidarlo”, para que sea políticamente correcto, pero Aranguren siempre dice lo que piensa. Incluso cuando lo que expresa complica los anhelos del gobierno.

Primero, tuvo múltiples inconvenientes con sucesivos conflictos de intereses que logró sortear (supongamos) tras el consejo de la titular de la Oficina Anticorrupción. “No firmes nada que te pueda comprometer, que lo hagan tus subordinados”, le dijo la hiper macrista Laura Alonso.

A nadie sorprende que los funcionarios del gobierno sean muy acaudalados y que la mayoría de sus patrimonios lo tengan en el exterior. No es un delito, por supuesto, mucho de ellos lo tienen declarado, o al menos una parte lo está.

Pero el mundo de la política, y sobre todo el de las inversiones en gran escala, es mucho más complejo de lo que regula el Código Penal. Se desarrolla en intenciones, en expectativas, en mostrar que vale la pena emprender por estas pampas.

De cara a la visión que tiene el Mundo de la Argentina (como nos gusta decir), que Aranguren haya declarado que su dinero permanecerá depositado en el extranjero y que lo repatriará “a medida que se recupere la confianza” complica las “lluvia de inversiones” que persiguen todos.

Tras las declaraciones del Ministro de Energía, el Presidente salió, una vez más, a defenderlo.

"No lo escuché en directo y no sé si lo sacaron de contexto", señaló el Presidente sobre esas declaraciones, y destacó que el ministro "atendió el mayor despelote que dejaron los kirchneristas, que fue un país sin energía; se hizo cargo de una agenda muy antipática".

Luego, Macri remarcó que Aranguren "dejó su actividad privada en la que le iba muy bien; y tuvo que vender sus acciones en la compañía perdiendo la mitad de lo que había ganado en su vida".

"Eso es lo que hizo Aranguren por los argentinos. Y si la trae [la plata], tiene que invertir en algo que no genere conflicto de intereses porque tenemos estándares muy altos de ética", agregó.

A pesar de las intenciones de Macri de justificar la situación, el sincericidio de Aranguren refleja la opinión no escrita que tiene todo el gabinete. No traerán su dinero al país hasta que “no sea confiable”, incluso cuando sean ellos mismos los que gobiernan.

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