El técnico informático que trabajaba con Alberto Nisman, y además le entregó el arma con la cual se efectuó el disparo que mató al fiscal, realizó declaraciones a la prensa y dijo que el ex titular de la UFI AMIA “Le cagó la vida”.

“Al principio me agarró una depresión tremenda, pensé en suicidarme. Yo estoy muy agotado, son tres años sin descanso, con una carga sobre mis hombros”, comenzó.

Luego, el imputado afirmó que “Me arrepiento del quilombo en el que me metí por darle el arma a Alberto Nisman”. Además, sentenció: “Soy el único que existe en esta causa, por eso las fichas están puestas sobre mí. No creo que haya alguien que me quiera preso”.

Por otra parte, destacó que el fiscal “era muy rápido, para mí fue brillante y lo sigue siendo”, aunque reconoció: “Alberto Nisman me cagó la vida”.

Lagomarsino concluyó planteando: “Es una injusticia inmensa. Si voy preso me termino de romper, no hay nada peor que un inocente preso. Por fuera parece que estoy bien pero por dentro estoy destruido”.