El Gobierno anticipó hoy que impulsará "reformas laborales" después de las elecciones legislativas pero aclaró que se llevarán a cabo "sin etiquetas ideológicas" y afirmó que "la gran mayoría" de los sectores gremiales apoya el proyecto oficialista de blanqueo trabajadores informales.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, enfatizó que "el desafío laboral requiere reformas pero no planteando etiquetas ideológicas que nos alejan de la realidad, sino mesas concretas de trabajo para generar más y mejores condiciones de trabajo para los argentinos".

En tanto, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, enfatizó que "muchas de estas cuestiones" vinculadas a temas laborales "van a surgir del ámbito legislativo" y van a "depender de la negociación que surja en el Congreso".

A 21 días para las elecciones, Peña señaló que tras los comicios "se viene una etapa muy desafiante" porque la administración del presidente Mauricio Macri debe "seguir trabajando en reformas en todos los planos".

En este sentido, el ministro coordinador remarcó que Argentina es "parte de un mundo donde competimos, y cada cosa que podamos hacer para mejorar la competitividad genera más trabajo y oportunidades".

En cuanto al proyecto de blanqueo, el ministro de Trabajo sostuvo que "hay que buscar mecanismos a través de la formalización y de la fiscalización" para "generar los incentivos y también los controles y los castigos en el caso de que hayan incumplimiento de las leyes laborales".

Triaca añadió, en diálogo con radio Mitre, que tenemos que avanzar en una agenda que le genere dinamismo al ámbito del trabajo" porque "hay un gran número de argentinos que está en la informalidad".

Al respecto, agregó que "hay que darles certezas tanto a los trabajadores como a los empresarios que el proceso del que han venido, de ciertos sectores informales, lo pueden formalizar hoy y darle esa certeza al trabajador que puede tener su cobertura social".

Tras mantener reuniones con dirigente de la CGT, el funcionario aseveró que "la mayoría de los sectores gremiales apoya" el proyecto de blanqueo.

Aunque cuestionó que "el momento electoral muchas veces distorsiona el debate político", advirtió que "el diagnóstico es uno sólo" porque "ya no hay un Indec que miente" y los datos marcan que "hay 4 millones y medio de trabajadores en la informalidad y un millón y medio de personas sin trabajo".

Por su parte, Peña se refirió a la situación económica del país y apostó por una "economía en expansión, crecimiento y más generación de trabajo y obra pública, y menos inflación" para el año que viene "lo que no quita que haya que seguir reformando para ir encausando una economía que tiene todavía muchísimos problemas".

Sin embargo, aseguró que, en ese plano, el Gobierno "alejó cualquier fantasma en términos de miedo" porque "lo más duro ya quedó atrás y no hay un escenario en el horizonte de algo parecido a lo que vivimos el año pasado".