Un relevamiento realizado el Centro de Estudios San Crítica sobre el tránsito en la capital provincial arrojó un dramático diagnóstico acerca de uno de los temas que más preocupan a los platenses.

El 79% de los encuestados respondió que la principal causa de los accidentes de tránsito recaen en la imprudencia de los conductores, seguido de muy lejos por el estado de las calles (7,3%) y por el consumo del alcohol (6,9%).

Al ser consultados sobre la congestión vehicular, un 46,5% respondió que ésta se debe al exceso de automóviles, es decir, casi la mitad de los encuestados observa que en la ciudad hay superpoblación de automóviles. Un 28% también señala al Municipio como responsable de la congestión vehicular, mientras un 12,4% refirió que son los conductores los responsables de la misma.

Respecto a la evaluación del Municipio en la gestión del ordenamiento del tránsito sólo un 4,7% opinó que la misma era "buena", contra un 30,4% que la calificó de "regular", un 33,6% la evaluó como "mala" y un 30,8% como "muy mala", es decir que entre la categoría "mala" y "muy mala" el gobierno municipal cosecha un 64,4% de desaprobación.

En el ítem de transporte público, los usuarios consideraron que el servicio es "bueno" un 10,7%, "regular" un 31,2%, "malo" un 48,8%, y sólo un 2% consideró que el mismo es "muy bueno", frente a un 7,4% que respondió que no utiliza el transporte público.

Frente a la pregunta de si tiene problemas a la hora de estacionar un 83,9% respondió que "si" y tan sólo un 2,3% contestó que "no". Un 13,8% de los encuestados dijo "no saber". Es decir, que 8 de cada 10 personas tienen problemas a la hora de conseguir estacionamiento en la ciudad.

Por último, se consultó a los platenses si consideraban al tránsito como un problema de la ciudad, o un problema general, y un 54,6% respondió que es un problema "de la ciudad", mientras un 44% respondió que es un "problema de todos lados", y sólo para un 1,4% el tránsito "no es un problema".

Ya sean pasajeros o conductores, el ordenamiento vehicular es una asignatura pendiente que se percibe como un problema para los platenses.