viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3055
Dos Líneas » Actualidad » 28 abr 2017

Otorgan prisión domiciliaria al represor Etchecolatz

Su defensó basó el pedido en cuestiones de salud.


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La Cámara Federal de Casación Penal otorgó hoy arresto domiciliario en una causa al represor Miguel Etchecolatz, Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense en la última dictadura militar, quien ya recibió varias condenas por crímenes de lesa humanidad.

Si bien la medida no se hará efectiva de inmediato, abogados de derechos humanos que se oponen al beneficio plantearon hoy que en breve Etchecolatz podrá irse a su casa.

Según planteó la defensa, Etchecolatz tiene 87 años y "conforme a las constancias médicas su estado de salud es grave, delicado y progresivo de forma irreversible, que no puede ser tratado adecuadamente en un centro de detención que carece de la infraestructura necesaria para un paciente de la avanzada edad y características del nombrado".

La defensa oficial añadió que "padece riesgo de muerte súbita, que lo coloca en situación de vulnerabilidad, a diferencia de lo que ocurriría de encontrarse en su domicilio".

Etchecolatz se desempeñó durante la última dictadura militar como Director de Investigaciones de la Policía Bonaerense con el grado de comisario general, cargo desde el cual se convirtió en la mano derecha del general Ramón Camps.

En virtud de tal cargo, Etchecolatz fue responsable del operativo que derivó en "La Noche de los Lápices" y del funcionamiento de los 21 centros clandestinos de detención en la provincia. El ex policía fue condenado en 1985 a 23 años de prisión por graves violaciones a los derechos humanos en 73 casos, pero luego quedó en libertad al recibir el beneficio de la ley de Obediencia Debida, bajo el Gobierno de Raúl Alfonsín.

En agosto de 1997, Etchecolatz promocionó su libro denominado "La otra campana del Nunca Más", a través del cual intentó dar una visión desde la dictadura sobre los desaparecidos para confrontarla con la investigación realizada entonces por la Conadep.

Echecolatz protagonizó el primer juicio oral que se hizo por la reapertura de los crímenes de lesa humanidad en un proceso donde fue testigo clave el albañil Julio López, quien desapareció antes de la sentencia y no se supo más nada de él.

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