Luego de varias semanas de negociaciones, la aprobación del Presupuesto 2017 en la Provincia pareciera lograr alcanzar su aprobación en la Legislatura bonaerense. El peronismo impuso sus términos y logró dos acuerdos fundamentales: La reducción a la mitad del endeudamiento y la reedición del fondo especial destinado a obras municipales.

El proyecto original presentado por la administración de Vidal contemplaba una autorización para tomar deuda por unos 92 mil millones, un número que era fuertemente rechazado por los dirigentes justicialistas. Pero según trascendió, los operadores de la gobernadora aceptaron limitarlo a 52 mil millones.

Pero además, los intendentes peronistas se cargan otro triunfo. Lograron el compromiso del gobierno de volver a incluir dentro del endeudamiento un fondo para obras de infraestructura por 8.500 millones que se repartirán entre los 135 municipios, gobernados por dirigentes de todos los espacios políticos.

El acuerdo con los intendentes justicialistas incluye además la poderosa Defensoría del Pueblo, que será presidida por el Grupo Esmeralda. El nombre del ex diputado Guido Lorenzino parece ser el elegido por los intendentes, desechando la idea de distribuir el poderoso organismo entre los distintos espacios peronistas.

Los términos de las negociaciones fueron aceptados por los legisladores del arco peronista no alineados con el kirchnerismo, quienes disconformes reclaman el lugar que ocupa hoy el randazzista Marcelo Feliú, como vicepresidente primero de la Cámara de Diputados.

De este modo, aún resta por conocerse el comportamiento que tendrá el bloque del FpV, mayoritariamente integrado por dirigentes de La Cámpora. Pero el Presupuesto 2017 está a un paso de ser aprobado.