Para los peronistas el aniversario del fallecimiento de Juan Domingo Perón nos lleva a reflexionar sobre la obra del fundador de nuestro Movimiento y su legado. Aún cuando la realidad nacional e internacional es muy diferente a la que él vivió su pensamiento y su acción nos siguen inspirando.

Pese a todos los cambios históricos el peronismo es algo más que un recuerdo nostálgico de tiempos mejores o una mera tradición ideológica. La vigencia del peronismo a más de 40 años de la muerte de su fundador y a más de 70 de sus jornadas fundacionales constituye un enigma que atrae la atención de académicos y políticos.

La respuesta al enigma es sencilla, simplemente las tareas históricas que motivaron su aparición no se han completado y por lo tanto el peronismo se sigue proyectando hacia el futuro. Mantiene validez aquello que decía Evita:"Si el pueblo fuera feliz y la Patria grande, ser peronista sería un derecho; en nuestros días, ser peronista es un deber".

Esta vigencia, actualidad y proyección hacia el futuro del peronismo es crucial en los tiempos que corren. Hoy todas las expresiones políticas del peronismo a nivel nacional se encuentran en el llano, son la principal oposición al gobierno de Macri. Esa situación le otorga una responsabilidad política e institucional muy grande.

Los peronistas debemos encontrar el camino que nos permita simultáneamente ejercer nuestro rol de oposición democrática y responsable, y por otro lado convertirnos en alternativa de gobierno que represente a una nueva mayoría ciudadana opuesta al rumbo político del oficialismo.

Pero la búsqueda de ese camino tiene que generar tanto una unidad basada en el consenso de las bases peronistas como una regeneración de nuestras prácticas políticas en el sentido de una democratización del proceso de construcción de las candidaturas y en la transparencia del financiamiento de la política y la gestión estatal. El camino de reencontrarse con las mayorías pasa por superar los graves defectos que desembocaron en el gobierno de Cambiemos.

Un peronismo competitivo y capaz de ser alternativa de gobierno tiene que ser un peronismo capaz de unificarse sobre la vocación de resolver los principales problemas de la gente común y no un mero acuerdo a nivel de cúpula.

La nueva conducción del peronismo, cuando surja, tiene que basarse en el criterio decisivo que planteaba Perón: "La conducción es un arte de ejecución simple: acierta el que gana y desacierta el que pierde. Y no hay otra cosa que hacer. Lo suprema elocuencia de la conducción está en que si es buena, resulta y si es mala, no resulta".

Porque como también decía el General:"cada peronista lleva el bastón de mariscal en su mochila" y si los dirigentes no logran estar a la altura, otros compañeros sabrán reemplazarlos.

*Gabriel Pampín (Senador Provincial- Frente Renovador)