miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3060
Dos Líneas » El País » 9 sep 2019

Cambiando el libreto para llegar a diciembre

Con el marketing del miedo ya no alcanza y con medidas económicas sin política, tampoco.


Por:
Alexis Dritsos

El impacto de los resultados de las PASO aun no termina de asimilarse completamente en el oficialismo. La desorientación posterior a la derrota electoral sufrida, que ha superado todos los pronósticos de los encuestadores oficiales, ha desnudado la endeblez de la estrategia elegida para enfrentar el desafío de las urnas.

En definitiva, se pudo comprobar en el terreno de la realidad, que ya no alcanza con agitar la bandera del miedo al retorno del “kirchnerismo populista” para ganar elecciones.

Un análisis desapasionado, pero realista, permite concluir que la economía será el tema dominante de la agenda política que acompañará el proceso electoral en curso.

El cambio en el comando del Ministerio de Hacienda, obligó al nuevo Ministro Hernán Lacunza a  tomar medidas casi de inmediato para enfrentar una situación muy compleja en varios frentes: una aceleración en la devaluación del peso, una escalada muy significativa del Riesgo País en medio de una constante caída de reservas del BCRA.

La desconfianza hacia el país, tanto local como desde el exterior se hizo visible con la escalada del Riesgo País superando los 2500 p.b, impulsando el derrumbe de los valores de todos los activos argentinos y  una creciente salida de depósitos en dólares del sistema bancario.

Lacunza mostró una claridad conceptual hasta ahora  desconocida en el área económica del gobierno de Cambiemos. Entendió que los problemas económicos, tienen origen en la desconfianza que genera el propio gobierno con sus políticas, y que la solución requiere de acciones políticas consistentes en primer lugar.

Con el marketing del miedo ya no alcanza y con medidas económicas sin política, tampoco.

En un marco de dialogo inmediato con los referentes económicos de la oposición, tomó medidas específicas para cuidar las reservas y al mismo tiempo garantizar a los ahorristas la disponibilidad de los dólares  depositados a aquellos que decidieron retirarlos por temor. Para mejorar la disponibilidad de dólares, modificó las normas de liquidación de exportaciones y reperfiló los vencimientos de deuda de corto plazo, se prohibió la compra de más de U$ 10.000 por mes a las personas físicas, mientras que a las empresas directamente, se les prohibió la compra de dólares para atesoramiento.

Finalmente, la lógica venció al dogma y las medidas heterodoxas  comenzaron a dar resultados casi de inmediato. Lentamente empieza a aparecer una tenue recuperación de la confianza. 

Aun queda pendiente la definición del Fondo Monetario Internacional sobre el desembolso programado de U$D 5400 millones, que, en caso de confirmarse, podría reforzar la precaria calma lograda.

La situación dista de estar resuelta y la inestabilidad está latente. Es necesario que tanto el gobierno como la oposición entiendan que lo que está en juego es mucho más que el resultado de una elección y que es primordial que prime la responsabilidad  de los principales protagonistas políticos de este momento.

El compromiso debe ser con la gobernabilidad.

Desde el gobierno será importante abandonar las actitudes zigzagueantes que pasan de la agresión al adversario y su electorado, al fomento del miedo o a la negación de los problemas y de la propia realidad.

 Será el tiempo de aprovechar a los mejores cuadros políticos que hasta ahora estuvieron a la sombra, dejando de lado a los  “halcones” como Carrió o Pichetto que nada pueden aportar a un dialogo constructivo.

Del lado de la oposición, es necesario encarar con suma responsabilidad la compleja misión de poder diferenciarse en la campaña del gobierno actual, y al mismo tiempo evitar caer en acciones que puedan provocar una nueva crisis de confianza.

Desde el Frente de Todos se debería comenzar a difundir con mayor claridad cuáles serán los principales ejes  de las políticas que propone el candidato para poder desactivar  los temores que agitan algunos sectores afines al oficialismo.

Mientras ambos contendientes afinan su estrategia en este tramo final de la campaña, es prioritario que logren consensuar medidas inmediatas para atender la crisis alimentaria que vive nuestro país,  porque el hambre no puede esperar.

* Alexis Dritsos Economista Partido Socialista

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