Murió la jubilada de 66 años a la que le habían amputado la pierna equivocada en un sanatorio de Berazategui. La mujer sufrió un paro cardiorrespiratorio en la clínica de Quilmes a la que había sido trasladada luego del caso de mala praxis.

Magdalena Leguizamón, que sufría de diabetes, había sido internada en Berazategui para someterse a una intervención quirúrgica en la pierna derecha. Pero los médicos le cortaron la izquierda, aunque aseguraron que todo había salido según lo previsto.

Mayra, la hija de la jubilada, advirtió la situación cuando su madre le dijo que no podía mover la pierna izquierda. De inmediato exigió explicaciones, pero los médicos dieron un insólito argumento: dijeron que habían notado "algo raro" en esa pierna y que por eso habían procedido a amputarla.

En la Clínica Ceni de Quilmes les informaron luego a los familiares que los médicos de Berazategui incluso habían fallado en el diagnóstico, porque la pierna ni siquiera debía cortarse hasta la altura de la rodilla.

La familia hizo una denuncia penal que recayó en la Fiscalía Descentralizada de Berazategui. Los apuntados son Gonzalo Cardozo Monterino, el traumatólogo que realizó la amputación, y Rafael Rico Núñez, el cirujano cardiovascular.